Un bosque nuboso
| Autor | Alicia Boy |
En la seguridad de las montañas que conforman la Sierra Norte de Oaxaca, se esconde una verdadera utopía de vida y organización: los pueblos mancomunados.
Son ocho las comunidades que integran este proyecto con el que han logrado crear un ambiente idóneo para practicar el ecoturismo en el bosque nuboso.
Oaxaca no deja de sorprender a quien lo visita con su variedad de climas y riquezas culturales e históricas; sin embargo, aún falta dar a conocer los secretos que esconde la Sierra Norte, un sitio poco conocido que lleva a parajes donde la magia del bosque de pino y encino envuelve al visitante en ese ambiente de leyendas en las que duendes habitan entre ríos y cuevas escondidas, un lugar donde los fantasmas de la noche se desvanecen tras el brumoso amanecer.
Todo este ramillete de bellezas garantiza un día de intensa actividad en la que la exploración incluye la caminata y el ciclismo de montaña, para finalizar admirando el paisaje que proporciona alguno de los miradores.
Estos puntos ubicados en lo más alto de la montaña, dejan al aventurero asomarse a valles iluminados por los tonos naranjas propios del atardecer; mil tonalidades manchadas por nubes que amenazan con bajar y cerrar la visión a tal grado que únicamente se distingue unos cuantos metros alrededor. Una niebla tan intensa que justifica que se le conozca como bosque nuboso.
Ya entrada la noche, el frío y la humedad llegan hasta el hueso y sólo se puede reconfortar el espíritu con una taza de chocolate muy caliente, la cual generalmente es ofrecida por un miembro de la comunidad, acompañada por un buen trozo de pan.
Descifrando la Utopía
Estas montañas llenas de libertad y de bellezas naturales como bosques, ríos y cascadas, ofrecen también el encanto de la gente que las habita.
Gente auténtica, sencilla y trabajadora que se rige únicamente por sus usos y costumbres, los cuales han contribuido a preservar su riqueza.
Cada uno de ellos desde que nace es consciente de lo que es cuidar el entorno, de aplicar las enseñanzas de sus antepasados con las que se logra un equilibrio en el que el hombre respeta los ciclos naturales y no abusa de lo que la tierra y el bosque les da.
¡Quiénes mejor que ellos, descendientes directos de los antiguos zapotecas, para guiar a los visitantes hacia un sinfín de expediciones en las que se logra el conocimiento profundo de las bondades del bosque!
Pero no se trata sólo de la conservación de la naturaleza, la cultura y filosofía de vida es igual de...
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