Bodega de tesoros

AutorNayla V. Magaña

Más allá de ser el lugar ideal para preservar una selecta colección de vinos, licores o destilados, una cava adquiere un carácter más personal conforme su diseño, pues éste proyecta la personalidad del dueño. Conseguir este propósito, en palabras de la diseñadora de interiores Victoria Plasencia, está en función de tener equilibrio.

El factor evidente, pero no por ello exclusivo para la configuración de una cava es la disponibilidad del espacio; sin embargo, para elegir el rincón ideal hay condiciones básicas fundamentales.

"Una cava tendría que estar en un lugar donde la mayor parte del tiempo sea oscuro, fresco y que tenga resguardo del paso de las personas, es decir, con una ubicación que apuesta por la intimidad y que pueda presumir una personalidad única", explicó Plasencia.

Aunque los elementos que conforman una cava pueden estar en función del gusto del cliente, algunas de las piezas clave son la barra, el soporte para vinos, licores, copas, vasos y, ocasionalmente, se incluye un apartado para tabaco.

En este lugar, dado que para la artífice expresa una personalidad muy masculina, los colores oscuros recurrentemente son protagonistas en el trazo.

REALZA SU DISEÑO

De acuerdo con Plasencia, la iluminación es un factor imprescindible que remarcará la propuesta, por lo que puede incluirse...

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