Bocado de psicodelia

AutorOliver Zazueta

Espalda arqueada, guitarra al cielo, melena al suelo, es una actitud corporal que dice mucho de Kevin Parker, vocalista, líder y compositor de la banda australiana Tame Impala, y si uno se pone sospechoso aseguraría que para él la música, más que una forma de ganarse la vida, es una cuestión espiritual.

Esta fue una de las imágenes más recurrentes que se vieron durante el show que la noche del viernes y hasta la madrugada de ayer brindó, ante más de 2 mil personas en el Teatro Estudio Cavaret, esta banda antípoda conocida por su psicodelia y dream pop, y por mantener vivo el legado del sonido de los años 70.

Para escuchar las creaciones de Parker fue necesario cultivar la paciencia. Escuchar primero lo que los locales de Antoine Reverb ofrecieron para que después de las 23:20 horas los invitados de honor ocuparan el escenario.

El concierto se celebró casi al mismo tiempo que la presentación de La Mala Rodríguez y Violadores del Verso que se llevó a cabo a unos cuantos metros de ahí, en Calle 2. La rapera ibérica derrochaba sensualidad con una minifalda roja mientras en el otro recinto aún esperaban a Tame Impala.

Ambos eventos compartieron la entrada y fue notoria la diferencia de público; por un lado se vieron jóvenes de apariencia hip-hop, con tatuajes y ropa holgada, y en el otro chicos con look indie, ropa más apretada y lentes de...

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