Entre bloqueo, concierto y consignas

AutorBenito Jiménez

MÉXICO.- Cecilia llevó a la manifestación del movimiento #YoSoy132 una matraca que usualmente utiliza para apoyar a los Pumas.

Se paró en Balderas y Avenida Chapultepec. La esquina del movimiento.

Entre claxonazos y arengas, se entusiasmó con la protesta, que por 24 horas tuvo en jaque a los mil 500 elementos de seguridad pública del Distrito Federal que formaron un cinturón en torno a Televisa.

"El que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña", saltaba, mientras gritaba a todo pulmón.

Cecilia, de 35 años, llevó a su bebé de tres años de edad, la matraca y una pancarta que decía "IFE cobarde, corrige el pinche fraude".

"Venir aquí es sentirse libre, de poder gritar y decir todo lo que tienes dentro, eso que tienes guardado por años y que nadie te escucha. Peña no ganó, eso quiero gritar", comentó.

Ella fue parte del plantón que realizó el movimiento #YoSoy132 a las afueras de Televisa Chapultepec.

Desde el jueves por la noche, los estudiantes, acompañados de agremiados del SME, ejidatarios de San Salvador Atenco, indígenas de Copala, colonos y organizaciones populares, acamparon en los alrededores de esa empresa televisiva, cuyos accesos fueron bloqueados.

Levantaron tiendas de campaña, trajeron cobijas, cigarros, improvisaron cenas con emparedados, pan de dulce y café, montaron hules por si la lluvia, instalaron dos equipos de sonido para ambientar la protesta con música y conciertos de géneros apache, metal jarocho, punk y polkas.

Colocaron cientos de pancartas con leyendas contra Enrique Peña Nieto y Televisa.

En el amanecer del viernes, mientras unos se frotaban las rodillas para menguar el frío, otros ya rodeaban los puestos de tamales para calmar el hambre.

De una tienda de campaña, justo frente a la entrada principal deTelevisa Chapultepec, salió amodorrada América del Valle, una de las dirigentes de los ejidatarios de Atenco.

Se cubrió el cuello con una chalina, hizo una llamada para saber dónde estaban sus compañeros y celebró la multitud que rodeó el lugar donde pernoctó.

"Este es un movimiento fresco", dijo.

De 31 años, pedagoga y sobreviviente de diversas órdenes de aprehensión tras los hechos violentos de San Salvador Atenco en 2006, remarcó que los jóvenes de #YoSoy132 deben aprender de otras organizaciones para evitar un desgaste.

"Debemos repensar cómo construir el movimiento para sumar, construir, en vez de ir reproduciendo más sectarismo, más de lo...

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