DESDE EL BLOG / Ciudadanos de a pie

AutorLuis Salas

Cuenta la leyenda que un buen día en la capital del Virreinato de Nueva España, casi en la esquina del Antiguo Palacio de los Condes de Orizaba (actual Casa de los Azulejos), se encontraron dos personas con su carruaje frente a frente. Alguno de ellos tenía que ceder el paso al otro, pero ninguno quería hacerse a un lado.

Y así estuvieron horas, un día, otro, hasta que al tercero tuvo que intervenir el Virrey para que se fueran por otro camino.

Esta leyenda no consta que sea cierta, pero no nos resulta ajena en lo más mínimo. Si pidiera algún deseo para el 2016, sería que la Leyenda de los Carruajes nos resultara cada vez más extraña.

Para hacer a un lado ese relato habría que dejar los carruajes y convertirnos en ciudadanos de a pie. Podríamos empezar a bajar la media que tenemos en Nuevo León de 493 carros por cada mil habitantes. Además, hace falta cambiar nuestra perspectiva de lo que se entiende por "lo público" y construir una ciudad para todos, no sólo para unos cuantos.

Lo público no es algo que posean los Gobiernos, más bien es algo que se administra. Por lo tanto no tiene un dueño en particular, es lo de todos y el Gobierno no puede venderlo. Siguiendo este argumento, el Gobierno no debería poder disponer de los montes ni de los espacios aéreos para panorámicos.

Los nuevoleoneses, en este año que se va, optamos con abrumadora mayoría por un modelo político diferente compuesto por ciudadanos independientes y no por partidos políticos.

Y aunque sea un primer paso, no basta: los ciudadanos deben encargarse también de los asuntos públicos, no sólo de votar; deben construir el Estado aunque no sean funcionarios. Si hablamos de un Gobierno ciudadano, así ha de ser.

Esta manera de entender lo público ha llevado a distintas ciudades en el mundo a actuar en consecuencia.

Por ejemplo, en la Ciudad de México se ha iniciado el proyecto del Laboratorio para la Ciudad, donde el Gobierno capitalino busca aumentar la interacción entre ciudadanía y Gobierno para reinventar la ciudad y las políticas públicas.

Caso similar es el Medialab-Prado promovido por el Ayuntamiento de Madrid para incentivar la participación ciudadana. Ahí están surgiendo proyectos puntuales hechos por y para los madrileños.

Ambos lugares, en México y...

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