Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, para adicionar un capítulo denominado Régimen de protección especial del maíz., de 30 de Abril de 2014

Que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, a cargo del diputado Abel Octavio Salgado Peña, del Grupo Parlamentario del PRI

El suscrito Abel Octavio Salgado Peña, diputado integrante de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, con fundamento en la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 6, numeral 1, fracción I, y 77 del Reglamento de la Cámara de Diputados, presenta la siguiente iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman las fracciones I y VIII del artículo 3 y el artículo 88; y se adiciona un capítulo IV denominado Régimen de Protección Especial de Maíz al título cuarto y una fracción XXVII, recorriéndose las subsecuentes, al artículo 3, todos de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, al tenor de la siguiente Exposición de Motivos

La aparición de organismos genéticamente modificados (OGM) a finales del siglo pasado, llevó a la creación de un amplio movimiento de oposición a este tipo de productos. Como consecuencia, los OGM han sido prohibidos en más de 60 países (Meijers, 2013) y otros 64 (JustLabelIt, 2013) exigen el etiquetado de aquellos productos que contengan algún tipo de OGM.

Sin entrar en el fondo del debate sobre la conveniencia o no de los OGM, es importante hacer notar que con dicha tendencia se ha generado y se sigue generando un mercado cada vez más amplio de personas que buscan evitar a toda costa el consumo de OGM. A esto debe sumarse el hecho de que la producción de maíz OGM es la más amplia de entre ese tipo de productos (Agrobio, 2013) y en particular del maíz amarillo cuya semilla es producida por el gigante agroalimentario Monsanto.

Estas dos condiciones apuntan a un panorama que parece hecho a la medida para México, el país con la mayor producción de maíz blanco, un sello de garantía de no tener rasgos genéticamente modificados. Si la tendencia de etiquetado y rechazo a los OGM permanece –como parece que así será–, cada vez será mayor la demanda de una semilla que sea concebida como inocua por gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil.

Atendiendo este racional, este documento busca mostrar el tamaño de la oportunidad con la que México puede encontrarse y que de contar con el marco legal adecuado y programas de impulso, podrían hacer del país una potencia en la producción de granos de maíz blanco para consumo humano.

  1. El mercado mundial del maíz

    El maíz es uno de los granos más utilizados alrededor del mundo, es el ingrediente principal de diversos productos entre ellos alimentos, aceites, jabones, jarabes y hasta combustible. Se calcula que la producción mundial de maíz será en 2014 de cerca de 964.28 millones de toneladas métricas (USDA, 2014), por lo que si consideramos que la tonelada del producto ronda los 200 dólares, la producción tendrá un valor de 193 mil millones de pesos. Del total de la producción, cerca 112 millones de toneladas métricas se comercializarán globalmente, es decir, 22.4 mil millones de dólares (véase gráfica 1.1)

    Fuente: Elaboración propia con datos de USDA.

    Entre los principales países exportadores de maíz se encuentran Estados Unidos, Brasil, Argentina y Ucrania, que en conjunto se calcula que en 2014 exporten cerca de 76 millones de toneladas con un valor de más de 15 mil millones de dólares (véase gráfica 1.2).

    Fuente: Elaboración propia con datos de USDA.

    Por su parte, entre los países con mayores niveles de importación se encuentran Japón, México, Unión Europea, Corea del Sur y Egipto, en conjunto llegarían a importaciones por más 50 millones de toneladas de maíz (USDA, 2014), que alcanzarían un valor de 10 mil millones de dólares (véase gráfica 1.3).

    Fuente: Elaboración propia con datos de USDA.

    En términos de producción de maíz, Estados Unidos y China encabezan las lista con 273 y 205 millones de toneladas métricas respectivamente (USDA, 2014), lo que sumado representaría más de 95 mil millones de dólares en 2014. A esos dos países le siguen Brasil, la Unión Europea, Argentina, Ucrania y México (véase gráfica 1.3). En términos de producción, es importante destacar que México es el único de los principales países productores que cuenta con una producción mayoritariamente de maíz blanco, la cual alcanza a ser de 91 por ciento (Secretaría de Economía, 2011) y cuyo tipo de grano carece de versión genéticamente modificada.

  2. Tendencia mundial contra los organismos genéticamente modificados

    Alrededor del mundo existen países, regiones o localidades que han prohibido la producción o la venta de productos genéticamente modificados, o ambas. Entre otros destaca la prohibición de Francia para el cultivo de maíz transgénico y en Alemania para el cultivo y venta; igualmente Australia, Japón, Suiza, entre otros cuentan con medidas similares.

    La prohibición gubernamental a los OGM se deriva de fuertes presiones de la sociedad civil, lo que además ha creado una cultura en favor del consumo de productos libres de OGM. Gracias a esta cultura ha surgido un mercado para productos “Libres de OGM” que según estudios prospectivos podría llegar a representar 800 mil millones de dólares para 2017 (Packaged Facts, 2013).

    Ante una perspectiva favorable para productos libres de OGM, empresas multinacionales han comenzado a ajustar sus productos para abarcar ese mercado creciente: “El mercado global de alimentos y bebidas libres de OGM [...] está en un periodo de intenso cambio. En Europa, el rechazo del consumidor a productos hechos con ingredientes OGM ha ocasionado que muchas de las empresas productoras de alimentos líderes a nivel mundial como Unilever, Nestlé y Coca-Cola, introduzcan –o estén por desarrollar– versiones libres de OGM de sus productos. Esos gigantes productores están ansiosos por satisfacer a los consumidores franceses, italianos y otros europeos que han dejado claro que no quieren OGM en sus alimentos.” (Packaged Facts, 2013).

    La tendencia en contra de los OGM también ha provocado presiones para el establecimiento de etiquetado de productos que contienen ingredientes OGM en países en donde la comercialización y la producción están permitidas. Actualmente más de 60 países han establecido el etiquetado obligatorio para indicar que un producto contiene OGM; en EUA, el principal productor de maíz GM, existen iniciativas a nivel local para establecer el etiquetado e incluso existen cadenas de supermercados que han establecido que en el futuro obligarán a sus proveedores a etiquetar sus productos cuando contengan algún ingrediente OGM: “Whole Foods ha anunciado que para 2018, todos los productos de sus tiendas en Estados Unidos y Canadá, deberán estar etiquetadas si contienen organismos genéticamente modificados. Este es el primer supermercado que establece una fecha límite para el etiquetado de OGM.” (Polis, 2013)

    Esta tendencia al etiquetado obligatorio por cuestiones legales o comerciales, va ampliando el mercado a productos libres de OGM.

    El rechazo a productos con ingredientes genéticamente modificados (GM), abre una gran oportunidad para el maíz blanco, pues como se ha mencionado antes, el maíz es un ingrediente altamente utilizado en la producción de harinas, jarabes, cereales procesados, aceites, entre otros productos de consumo humano. Muchos de estos productos actualmente utilizan maíz amarillo y es difícil saber en qué cantidad ese maíz proviene de cultivos GM, sin embargo, al no existir semilla GM de maíz blanco, éste puede ser utilizado dentro de los productos que aseguren ser “libres de OGM”.

  3. La oportunidad para el maíz blanco mexicano

    Hasta hoy, el maíz blanco mexicano no cuenta con una versión transgénica y tampoco ha sido contaminado con cepas modificadas, pues el país sigue libre de cultivos de maíz GM. Es decir que México cuenta con todos los elementos para asegurar que su maíz es 100 por ciento natural y libre de OGM, por lo que ante la tendencia favorable hacia productos “libres de OGM”, el maíz blanco mexicano puede convertirse en un sello de garantía al respecto.

    Actualmente la producción mexicana de maíz blanco no alcanza a satisfacer las necesidades de consumo del país, pues este producto es la base de la alimentación mexicana, algo que no sucede en ningún otro lugar del mundo. Así que aunque México está entre los principales países productores, también se encuentra dentro de los principales importadores de maíz.

    Actualmente la producción se encuentra cerca de los 20 millones de toneladas métricas, pero se calcula que para 2018 podría incrementarse por encima de los 26 millones de toneladas (véase gráfica 3.1). Gráfica 3.1

    Por otra parte, Europa se encuentra entre las regiones con mayores niveles de importación de maíz a la vez que cuenta con la población más preocupada por evitar el consumo de OGM, es decir que esa región representará una gran oportunidad para la exportación de maíz blanco mexicano en los próximos años. Sin embargo, México requiere hacer ajustes necesarios para incrementar su producción de maíz blanco, de modo que pueda satisfacer su demanda interna y contar con excedentes para exportar a aquellos países que eventualmente requerirán de maíz libre de OGM.

    México se encuentra en el momento adecuado para hacer los ajustes necesarios que le permitan en menos de una década convertirse en un gran exportador de maíz blanco. Para lograr este objetivo es necesario alcanzar tres metas: a) Asegurar la pureza del maíz blanco mexicano; b) Difundir la pureza del maíz blanco como un sello de garantía y c) Incrementar la producción del maíz mexicano. a) Asegurar la pureza del maíz blanco mexicano Es necesario que el maíz blanco mexicano esté fuera de toda sospecha de contaminación genética, por lo que se debe crear un programa para evitar al máximo que las importaciones de maíz de Estados Unidos puedan llegar a...

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