Una niña bien... mala / Repasadita por Tres Marías

AutorMilah

¡Nada más desesperante que el tráfico en la salida a Cuernavaca en época de vacaciones! Y cuando a eso le sumas que a alguien se le ocurrió aprovechar la oportunidad de tener una máxima afluencia de automóviles atascaaados de gente pasando por ahí para hacer proselitismo, el resultado de verdad es caótico.

Aquel jueves me desperté tempranito, me sumergí en la tina para darme un apapacho mañanero, dejé la ventana abierta para tener una deliciosa vista al bosque y acerqué musiquita rica y un lubricante especial hecho a base de silicón a prueba de agua que me disponía a estrenar, así que comencé a quitarme la camiseta y la micro tanga que me cubrían mientras metía mis pies al agua para ver qué tan rica estaba y decidí meterme y sentarme para relajarme en lo que se llenaba.

Obviamente, apenas sentía lo confortable del ambiente, cuando mis manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, deteniéndose justo en mi jabonerita que las esperaba con ansias, hasta que un ruido comenzó a distraerme. Se trataba de mi celular que no paraba de sonar, así que de un brinco salí de la ducha y corrí a contestar.

-Hola Milah, te invito unas quesadillitas en Tres Marías y de ahí a una fiesta en mi casa de Cuerna, ¿te late?

-¡Por supuesto que sí! Aquí te espero, no tardes que muero de hambre, jaja.

Pues qué mejor oportunidad que poder estrenar aquél lubricante en una decorosa alberca, muy bien acompañada, en vez de en una simple tina yo solita, ¿no? así que me sequé, me puse unos shortcitos con un top y preparé una pequeña maleta con todo lo necesario para lo que creía sería un día delicioooso.

En muy pocos minutos llegó mi amigo, lo saludé con un beso ligero en la boca y me subí en su coche para apresurarlo a nuestro destino.

Los primeros kilómetros no tuvieron problema, la música que él llevaba era motivadora y el ambiente se calentaba segundo a segundo, yo no paraba de robarle besos entre rola y rola y sus dedos traviesos continuaban calentando mis motores entre mis piernas.

-Espera, déjame ver qué pasa ¿de qué será tanto tráfico?

De pronto nos topamos con un mar de coches a vuelta de rueda hasta llegar a Tres Marías, donde sin pensarlo dos veces nos orillamos para estirar las piernas un poco y desayunar algo.

Pues cuál va siendo la sorpresa que a la candidata "diferente" se le había ocurrido repartir unos panfletos y hacer un poco de campaña ahí, justo donde la gente intentaba pasar un rato relajado, alejado de la rutina diaria y de la contaminación mental a la que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR