Una niña bien... mala / Parejita cachonda

¡Ooops! Tú perdonarás, pero se me atravesaron tus nalguitas...mmm...¡qué riiicas y suavecitas!

-¡Oye! Pero, ¿sí sabes que el festejado aquí es mi esposo, verdad? Hoy es su cumpleaños y te escogió a ti de regalo. Por eso todo este cachondeo.

-¿Ah sí? Pues ven para acá, déjame besarte ¡Feliz cumpleaños!

Mientras nos besábamos apasionadamente de rodillas sobre la cama, jalamos a su mujer, que de inmediato se adaptó a nuestras bocas para iniciar un beso de 3 en el que podíamos sentir nuestros labios húmedos, alternando con nuestras lenguas juguetonas.

Yo disfrutaba acariciando su pene con una de mis manos, mientras con la otra humedecía la vagina de ella, haciendo que ambos soltaran algunos gemiditos de placer, al tiempo que me tocaban y bajaban sus bocas hasta mis pechos.

-Mmm, ¡qué rica lengua! Así, chúpame más las bubis, muerde un poco mis pezones. Sí, así, suavemente, ¡ayyy qué rico! Ahora ven, vamos a darle a tu marido un oral de miedo... A dos bocas.

Entre las dos lo tumbamos en la cama y comenzamos a chupársela deliciosamente. La lengua de ella bajaba por un lado mientras la mía subía hasta la cabeza de su miembro, giraba y después de succionar un poco, bajaba hasta sus huevos, dejando que ella disfrutara entonces de los líquidos que él segregaba con cada lamida...

-¡Ay mujeres! ¡Qué bárbaras, qué rico lo hacen! Han logrado ponérmela duuura, dura. Pero, ahora me toca a mí.

De inmediato se levantó y me acostó boca arriba sobre la cama. Le pedí a ella que se hincara sobre mi cara y así pude disfrutar sintiendo la lengua de él jugando alrededor de mi vagina adentro de ella. Su boca chupándome riquísimo, mi boca chupándosela a ella. Delicioso, sintiendo cómo escurría poco a poco sobre mi cara, mientras pasaba sus manos sobre mi pecho, dejándome sentir sus espasmos mientras yo esperaba que se viniera en mi boca.

-¡Ah, aaaahhh! Sí, ¡sigue por favor! Que me vengo! ¡Aaayyy mi amor, mi amor, ya no puedo más!

-¡Déjate ir! Quiero oírte gritar de placer. Anda Milah. ¡Haz que se venga en tu boca!

-¡¡¡AAAAyyyyyy!!! Ah, ah, ah, ¡¡¡qué riiiicoooo!!!... No sabes qué fuerte me vine, amor.

-¡Qué deliiicia! Ya ponme un condón Milah. ¡Te quiero coger!

- OK. Recuéstate. Así. Deja que me monte sobre ti.

Brincando sobre él podía ver sus ojitos en blanco mientras su mujer le preguntaba si le estaba gustando. Lo cogía de frente, rozándome de vez en cuando sobre sus huevos, permitiendo que mi clítoris creciera con cada roce, excitándome mientras curveaba mi...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR