Bestia furiosa

AutorRodolfo G. Zubieta

LOS MÁS extremos riffs de guitarra y la presencia de un Eddie tridimensional, que abarcó constantemente el fondo del escenario, fueron sólo algunos de los ingredientes metaleros que Iron Maiden utilizó para provocar un "headbanging" masivo entre los casi 50 mil fanáticos reunidos el viernes en el Foro Sol.

A las 21:08 horas, y después de la apertura de los regiomontanos Maligno, teloneros, una enorme tubería con graffitis que hacían alusión a la mascota antropomórfica de la banda, se erigió en el entarimado mientras los primeros acordes de "Satellite 15... The Final Frontier" comenzaron a sonar.

"Buenas noches y bienvenidos, México, bienvenidos sean a la frontera final. No pudimos meter a más gente aquí porque está totalmente vendido el show", expresó un enérgico Bruce Dickinson.

"Relájense y disfruten, porque estarán aquí por un buen rato más. Tocaremos canciones de nuestro nuevo disco, pero también otras clásicas sólo para ustedes. Gracias por ser los mejores fans del mundo".

Automáticamente, el sexteto inglés arrancó las primeras señales de cuernos entre el público con temas de su nueva producción: "El Dorado" (reciente ganador del Grammy), "The Talisman" (donde Eddie hizo su aparición en un diorama gigante) y "Coming Home"...

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