Entrevista / Bernardo Gómez-Pimienta / Tenacidad con vocación
| Autor | Karina González |
Lee, platica, visita y hasta sueña arquitectura. Y es que para Bernardo Gómez-Pimienta su profesión es su pasión y su hobbie favorito.
Nació en Bélgica en 1961. Su padre es mexicano, y su madre, francesa. Nadie en su familia es arquitecto, pero nunca dudó en estudiar su carrera. Ni siquiera contempló otra opción.
Estudió en la Anáhuac del Norte y, desde 1987, empezó a trabajar en diferentes despachos, lo cual le permitió enriquecerse de múltiples visiones.
Es director de la carrera de arquitectura en la misma escuela de la que egresó y miembro de la Academia Nacional de Arquitectura y el Sistema Nacional de Creadores del Conaculta.
En 2008, fue condecorado como Caballero de la Legión de Honor por la República Francesa y nombrado miembro honorario del American Institute of Architects (AIA, por sus siglas en inglés).
Se define como tenaz y perseverante, propone hasta 200 opciones para abordar un proyecto, ya que, a través de la prueba y el error, llega a la mejor solución. El 18 de agosto de este año, el también representante del despacho BGP Arquitectura cumplirá 49 años. A un paso de los 50, se siente en un momento lleno de plenitud y aprendizaje.
¿Cómo actualiza sus conocimientos?
Toda mi vida gira alrededor de la arquitectura, el trabajo y la escuela. Estoy continuamente con las siguientes generaciones de arquitectos.
Los viajes también son enriquecedores, pues al final la única manera de sentir y explorar la arquitectura es recorrerla y explorar cómo entran la luz y la lluvia, escuchar mis pasos y sentir el espacio. Viajo lo más que puedo y conozco edificios importantes que se registran en el disco duro de mis memorias.
¿A qué desafíos se enfrenta en su profesión?
Sacar las licencias de construcción es una pesadilla. Entre la corrupción y las delegaciones, la tramitología se hace muy pesada. Llevo un proyecto que tiene dos años en trámites, lo cual ha sido muy cansado.
¿Cómole ayuda la tecnología en su trabajo?
Así como tuvimos un cambio en el que pasamos del dibujo a mano a computadora, ahora sucede lo mismo con la construcción. En lugar de tener un albañil que ponga los ladrillos, tu dibujo va a una fábrica donde se recorta con una placa de acero y una máquina la ensambla.
En un pabellón que hice en París, por ejemplo, todo se hizo...
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