Bernardo González Mora / Don Guillermo Cosío

AutorBernardo González Mora

No es sencillo describir y valorar a un personaje de la talla de Don Guillermo Cosío Vidaurri. La relación de los cargos que ha ocupado -sin juicio de la manera como los desempeñó- y la opinión e impresión que dejó en todos aquellos que tuvieron contacto con él, de su calidad humana, de su capacidad directiva, de su sentido de innovación y de su temple y capacidad para enfrentar los problemas no nos diría mayor cosa.

Hay afortunados que logran oportunidades gracias a privilegios que les otorgan parentescos, compadrazgos o coincidencia en intereses, estrellas fugaces que las circunstancias llevan y otras los retiran sin persistencia de su parte; otros, como es el caso de Don Guillermo que forjó su vocación y se templó su carácter enfrentando circunstancias adversas y conquistando con esfuerzo todas las oportunidades que tuvo en la vida.

Así fue cuando en sus inicios logró ser presidente de la Sociedad de alumnos en la Facultad de Derecho. A tiempo aprendió que el éxito se logra siendo útil y confiable, pero sobre todo persistente y tener el temple para convertir problemas y obstáculos en oportunidades para demostrar de qué pasta se está hecho.

Don Guillermo es producto del esfuerzo, de un espíritu de superación indomable y de un interés y habilidad para estar siempre en el escenario. Dotado de una personalidad carismática, dinámica, constructiva y contagiante que deja siempre una imagen de profesionalismo y capacidad.

Lo conocí como presidente municipal de Guadalajara. Con visión e imaginación creó un Departamento de Supervisión de Obras y Servicios que tenía como función detectar cualquier problema relativo a: baches, árboles o cables caídos, semáforos descompuestos, solicitudes de auxilio de ciudadanos, etcétera. Siendo muy joven me dio la oportunidad de ser parte de ese equipo; su director, el ingeniero Luis Sergio Cayeros, nos invitó a un grupo de jóvenes para trabajar en dicha dependencia. Se trabajaban las 24 horas, todos los días y con mucha frecuencia el presidente a altas horas de la noche nos andaba monitoreando. Lejos de la comodidad y el conformismo se entregó con entusiasmo a cumplir con el encargo que tenía la oportunidad de desempeñar.

Con una memoria prodigiosa, después de recorrer varias veces el estado tanto como candidato a diputado federal y local como secretario de Educación y de Gobierno, recordaba nombres y...

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