Beneficia a Holbox el arribo de ballena
| Autor | Sergio Caballero |
EL NORTE / Quintana Roo
HOLBOX.- El tiburón ballena o dominó, una especie amenazada, se ha convertido en la mina de oro para los habitantes de Holbox, ya que desde hace cuatro años comenzó a arribar en temporadas a esta isla, dejando una importante derrama por el turismo que atraen éstos, considerados los peces más grandes del mundo.
Al cierre de la temporada 2005, se calculan ganancias de unos 4 millones de pesos para Holbox y Chiquilá, sin incluir lo que dejan los turistas además en hoteles, restaurantes, carritos de golf y tiendas.
Los lugareños le llaman dominó por los puntos negros que adornan su lomo gris.
"Fue como sacarnos la lotería. Los tiburones ballenas son las gallinas de los huevos de oro para los holboxeños", señala Marvin Pérez Jiménez, uno de los pioneros de la actividad del nado con tiburón ballena.
Antes del descubrimiento de los tiburones ballena, Holbox era un lugar de pescadores, y el tema del turismo se limitaba a un pequeño destino de playa que vendía tranquilidad, con tour a la Isla Contoy, la laguna de Yalahau, Isla La Pasión y algo de pesca deportiva.
Fue en 2001, recuerda Marvin, que la empresa de Cozumel Blue Angel empezó a explorar en Holbox la posibilidad de tours de buceo.
Pero en sus primeras incursiones no parecía haber nada que no tuviera Cozumel, el principal destino de buceo del Caribe mexicano.
Las opciones de delfines y tortugas no eran de llamar la atención, aunque se abrió alguna posibilidad con mantarrayas, que llegan al lugar en temporadas.
En una reunión de trabajo de la representante de Blue Angel, Alejandra Almada, con autoridades y prestadores de servicios de la localidad trascendió que también en temporadas llegaba el dominó.
De esta manera, Almada, Marvin y un pequeño grupo de acompañantes fueron a buscar al dominó al mar, hasta que localizaron un ejemplar, que impactó a todos por su belleza y tamaño.
Súbitamente, un niño de nombre Joshua se puso una máscara y unas aletas y se echó al mar para acercarse el tiburón ballena.
El animal ni se inmutó ante la presencia del pequeño, quien empezó a nadar junto con el imponente pez.
"Yo no me hubiera lanzado", reconoce Marvin. "De ahí vimos que teníamos una oportunidad, y empezaron a salir en lanchas pequeñas para ofrecer tours con el dominó, señala Marvin.
Hasta ese momento, los pescadores obtenían de los tiburones ballena la pesca de las rémoras, que "es de lo más fino" en cuestión de cocina del mar, de acuerdo con Marvin, pero no había la idea de...
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