Bendice en el ring

MÉXICO, DF.- HAN PASADO 34 años desde que nació una leyenda que ha inspirado a directores de cine, no sólo de México, sino del extranjero...Fray Tormenta, el padre luchador.

A sus 63 años de edad se mantiene en activo y como siempre ayudando a sus cachorros, como le llama a los niños de su orfanato. Fray Tormenta es todo un caso, un padre fuera de lo común, no solo por ser luchador, sino porque su vitalidad, su buen humor y su picardía lo hacen ser un soldado de Dios terrenal, como un ser humano común y corriente.

Es demasiado sincero y con una sonrisa revela lo que otros luchadores ocultan, no es como esos que dicen que están en este deporte porque lo traen en la sangre, el padre se metió a la lucha libre porque quería ganar dinero, mucho dinero para su orfanato.

"¡Pero cuál dinero! Nunca he visto el millón de dólares que pensé ganaría en un año como luchador, lo que he ganado son lesiones, fracturas, golpes. Pero que importa, a mis niños nunca les faltó nada".

El padre tiene infinidad de recuerdos y satisfacciones, tantos que las lágrimas corren por sus mejillas cuando habla de sus niños, de esos que ahora son profesionistas gracias a las lesiones.

Pero cambia ese llanto por sonrisa cuando llega a su mente el día que un enemigo lo castigaba en el ring y él expresaba en un susurro "Hay hijo... me duele, hay hijo...

"Hasta que el cuate este me dice padrecito ya no me diga así porque me siento mal...

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