BENCHMARK / ¿Está en riesgo su chamba?
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
En la era de la ultra competencia hay riesgos (y oportunidades) en todos lados. Y no solo a nivel organizacional, sino personal. En cualquier momento se puede tambalear la chamba del que sea.
Desde el empleado más humilde hasta el más poderoso CEO. Un ejemplo perfecto es la salida operativa de Emilio Azcárraga de Televisa, que está sufriendo los embates de una revolución en su industria. Relea "¿La muerte de la TV?".
Y sin embargo, la disrupción no es el único riesgo. Subsisten las razones típicas por las que se puede perder un trabajo.
"Inicia con una sentimiento de intranquilidad: no te invitan a juntas clave, tu jefe deja de sugerirte cosas, tus colegas son distantes. ¿Cómo puedes ser el último en enterarte de que tienes problemas en el trabajo?", se pregunta Sue Shellenbarger en el Wall Street Journal.
A través de entrevistas con expertos, la periodista enumera cinco errores que pueden poner al que sea en la cuerda floja:
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Ignorar señales relevantes. Por ejemplo, los valores y prioridades del jefe(a). Craso error. Aquí le van algunas más:
·El superior deja de dialogar y sugerirle opciones.
·No le invitan a juntas clave a las que solía asistir.
·Colegas otrora amigables lo evitan.
·Nunca recibe retroalimentación.
·Nunca pide retroalimentación.
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Mal juzgar habilidades personales. Sobre estimar las fuerzas y capacidades e ignorar las debilidades. Una receta que lleva directito al despeñadero. Cuidado con confundir que por tener una habilidad se va a ser bueno en cualquier actividad que la requiera. Por ejemplo: como razono bien, seré bueno en cualquier cosa que requiera razonamiento. Error. Otra trampa a evitar: el famoso efecto Dunning-Kruger: los que son malos para algo difícilmente lo aceptan. Relea: "Evitar la estupidez".
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Rechazar cualquier crítica o consejo, aunque sea constructivo. Algo muy "trumpiano": calificarlas de fake o irrelevantes. Revela falta de inteligencia emocional. La actitud madura es distinguir críticas constructivas y aprovecharlas.
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Cegarse cuando se es muy bueno en algo. Pensar que el estrellato termina por hacer que no sea necesario trabajar en equipo o llevarse bien con la gente.
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Consolarse comparándose con los mediocres. "A fin de cuentas no soy tan malo. Fíjate en Pepe, ese si es un caso perdido". Una actitud complaciente que puede convertirse en un ataúd en un mundo ultra competitivo que castiga al mediano.
Excelente lista de osos a evitar. Pero pensemos en positivo. ¿Cómo estar más seguro en el...
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