BENCHMARK / Recortar a lo pentonto

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

La pobreza franciscana sigue a todo lo que da.

Hace unos días nos enteramos de que en la Secretaría de Economía ya no se renovarán arrendamientos de computadoras.

75% de las PCs y laptops de la dependencia se eliminarán. Lo bueno es que estos equipos viejos y sin garantía "podrían adquirirlos los empleados a precios preferenciales en las condiciones que estén".

No pues que buena onda.

Parafraseando al chavo del anuncio de la Cheyenne: ¿Y la calidad del trabajo, Apá?

De una vez aclaro: nadie está en contra de la austeridad. Y menos yo. Siempre he dicho que, en general, los gobiernos son fodongos y obesos. Por ende, se requieren reestructuras severas.

Pero tienen que estar bien planteadas. De otra forma saldrá peor la cura que la enfermedad. Recortar costos a lo pentonto es suicida.

El terrible y perfecto ejemplo es el caso de las medicinas para los niños con cáncer. De veras, es de locos. Ya va más de un año y el gobierno todavía no asegura su suministro. Para mí son corresponsables en la muerte de pequeños. Relee "Improvisación asesina".

Te propongo 3 axiomas básicos de un plan efectivo de recorte de costos para cualquier organización:

  1. No afectan productos o satisfacción de los clientes.

  2. Cortan grasa y no músculo.

  3. Parten de un entendimiento real de los procesos.

Las reestructuras que funcionan respetan estos principios... y generalmente se cocinan a fuego lento.

¡Ja! Así no opera la 4T. López Obrador tiene otros datos, y ya inventó otra forma de cortar costos: la orden del Tlatoani.

"No estemos pensando de manera egoísta: ¿qué voy a hacer? Imagínense los que lucharon en otros tiempos por la libertad. Qué, ¿estaban esperando a que tuvieran sus computadoras?".

Parte de los comentarios de Andrés Manuel en una sesión de hipnotismo mañanero (perdón, en su conferencia diaria) sobre el tema de los recortes draconianos en la Secretaría de Economía.

¡Madre mía! Una joyita para guardar en la crónica de la ineptitud sexenal. Para atesorarla junto con la economía de trapiche y la lucha contra los terribles molinos de viento neoliberales en La Rumorosa.

¿La solución presidencial? Claro, una generalidad: "Que compartan más". Ah, y claro, la excusa todo terreno: "Había mucha corrupción".

Quizá, puede ser. Castíguenla, pero ya. Otra vez aclaro: nadie está a favor de ese cáncer. Pero la corrupción no puede justificar apagar el cerebro. No puede justificar cortar costos como el Borras.

Los recortes pentontos de la 4T tienen consecuencias...

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