BENCHMARK / A pesar de la 4T
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
Este año será bueno en crecimiento, el PIB subirá 6% más o menos. Obviamente, YSQ empezó a presumir esto y lo hará hasta el cansancio: "¡Tengan, para que aprendan neoliberales!".
O una cantaleta parecida.
Y sí, realmente es una buena noticia.
Pero antes de presumir demasiado esta "lección" de economía, consideremos que venimos de una caída del 8.2% en 2020, una de las peores del planeta. Imagínate: en Estados Unidos (EU) la baja fue apenas 3.4%.
Ah, y este año la mayor economía del mundo crecerá 5.1%. Visto de otra forma, nuestro vecino en 2021 recuperará su nivel prepandemia. ¿Y nosotros? Si nos va bien en 2023, aunque quizá hasta 2024.
No, si la terquedad ideológica de AMLO de dejar a la deriva (sin los apoyos que se dieron en todo el mundo) a los generadores de empleo en México durante la pandemia tuvo consecuencias.
Nuestro rebote tiene mucho que ver con EU y será desigual. Estados exportadores (Nuevo León, Guanajuato, Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, etc.) crecerán mucho más que el promedio.
Otra vez se marcará la diferencia con entidades que cargan atrasos ancestrales, generalmente en el sur. Allá lo que ayuda mucho son las remesas, que también traen un crecimiento explosivo. Imagina, en Michoacán, por ejemplo, las remesas son ya 17% de su PIB.
Por todo esto, el rebote será temporal. Es probable que en 2022 México vuelva a los mediocres 2-3 puntos porcentuales de crecimiento. En lo económico, el sexenio de la "transformación" terminará siendo un fiasco.
Y lo que se logre será a pesar de la 4T... y no por ellos.
Hace unas semanas, una empresa de EU (fundada por un mexicano, por cierto) tuvo una reunión virtual con Tatiana Clouthier. ¿El asunto? Una posible inversión de $700 millones de dólares.
La empresa evaluaba distintas opciones, una de ellas era México. Notaste que dije "era". Sí, esta historia no tiene final feliz.
Tras la primera junta, Tatiana les dijo algo así: "Con gusto vean este asunto con Fulanito (uno de sus operadores top)".
Excelente. Se pusieron de acuerdo. Llegó el día y la hora. Los ejecutivos entraron a Zoom... ¡y se quedaron como novia de rancho: vestidos y alborotados!
Aunque no lo creas, los dejaron plantados. Y luego, disculpas y excusas. ¿El resultado? La segunda reunión NO se llevó a cabo.
Ni se llevará: naturalmente, la empresa perdió interés. Por cierto, desde la primera junta la impresión no fue buena: "La secretaria francamente demostró poco conocimiento", me contó un participante.
Increíble.
Pero...
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