BENCHMARK / La paz es hija de la justicia
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
Una fantástica frase que mi amigo Sergio Saldívar utilizó hace poco en un grupo de WhatsApp al platicar sobre los problemas de México. Y cómo no iba a ser genial, si tradicionalmente se le atribuye a Gandhi.
¿Sabe qué? En México, la justicia no tiene a la paz como hija. Aquí más bien la descendencia de nuestro sistema de injusticia son la impunidad, la violencia, la desesperanza y el estancamiento.
La prolífica y terrorífica prole de contar con fuerzas de policía poco confiables (o peor, hasta cómplices del crimen), de tener tanto investigador corrupto o inepto y jueces que ejercen una justicia parcial al estilo de "según el sapo, es la pedrada (o la sentencia)".
Triste e inevitable. Matemática social causa-efecto.
Me gustó el concepto. Le propongo otras 10 relaciones familiares que se deberían procurar:
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La educación es la madre del desarrollo sostenible. En el largo plazo, es la única forma de crear un círculo virtuoso. Porque OJO, en educación no hay soluciones rápidas.
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Ejecutar bien (en tiempo, calidad y costo) es el papá del cumplimiento sostenido de objetivos. Si no, el resultado final estará muy alejado de la meta (o promesa).
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El apoyo social genuino es hijo de la honestidad real del gobernante. Lo demás es comprar voluntades... y cuando se acabe la plata o crezca el nivel educativo, se esfuma el apoyo.
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Instituciones sólidas son los compadres que evitan llegue ese tío incómodo: el populismo. Y ojo, sólidas = que den resultados al ciudadano.
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La participación social real (precisa y activa) es la madre de gobiernos eficientes. El político se convierte en servidor público hasta que el ciudadano ejerce su rol de jefe.
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La corrupción y los cochupos son nietos de la falta de transparencia y castigo. En el desorden se roba más a gusto. Y si el robo queda impune, el desmadre se generaliza.
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Jerarquizar y saber decir "no" son primos hermanos del avance en la dirección correcta. El que mucho abarca poco aprieta. Y el que promete todo no logra nada.
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La racionalidad y la eficiencia son los padres del pago de impuestos. Ah, y si usan bien nuestra plata y dan buenos servicios públicos, sacarán de la casa a esa tía incómoda: la informalidad.
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La continuidad política es hija de tener gobernantes de calidad. Pero, OJO, de calidad no significa hablar bonito o comprar voluntades. Es de dar resultados.
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Los hechos son los hijos de un padre que promete sólo lo que puede cumplir. Clave ahora que estamos en campañas.
Digamos que esto es el...
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