BENCHMARK / Fraude, S.A. de C.V.
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
"Lo mejor del fraude es que produce utilidades récord garantizadas".
Esta frase de Bill Black (autor del libro "La mejor manera de robar un banco es siendo su dueño") explica en 10 palabras porqué muchos empresarios y políticos terminan envueltos en grandes escándalos.
Tema muy ad-hoc tras el hallazgo de ¡88 millones 560 mil 650 pesos! a José Manuel Saiz, ex Secretario de Finanzas de Tabasco, y de enterarnos este fin de semana sobre las botellitas de vino de 100 mil pesos que se echaba su jefe, el ex Gobernador Andrés Granier.
Los fraudes y los robos se dan en la política y empresas de todo el mundo.
¿Se acuerda de Enron, el gigante texano que se colapsó por un fraude contable? ¿O qué tal los préstamos de "mentiras" de Lehman Brothers que la llevaron a la bancarrota en el 2008 y desataron la crisis financiera?
Todos conocemos de algún caso. Le apuesto que (en otra escala) alguien cercano ha sido víctima de una estafa.
Las trampas y el fraude son más prevalentes de lo que creemos.
De acuerdo a la encuesta de fraude en México de KPMG, el 77 por ciento de las empresas fue víctima de algún fraude interno en el 2010.
Jim Chanos, especulador financiero que fue de los primeros en detectar el fraude de Enron y maestro de ética en la Universidad de Yale, asegura que entre 10 y 15 por ciento de las empresas públicas globales son víctima de algún fraude o defraudan contablemente.
"La mayor incidencia de los fraudes ocurre en épocas de gran crecimiento en los mercados ("bull markets"). La gente suspende su escepticismo. Como todos quieren volverse ricos, es más fácil vender a inversionistas esquemas dudosos. Lo típico es que se descubran cuando los mercados empiezan a bajar", asegura en una entrevista en la revista Salon.
¿Qué puede llevar a una empresa a perder la brújula?
La profesora Marianne Jennings de la Escuela de Negocios de la Universidad de Arizona State -y especialista en el estudio de defraudadores- identifica siete focos amarillos:
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La presión de mantener resultados. En empresas exitosas, con una actitud de "que siga la fiesta", se ridiculiza y castiga a los que no cumplen presupuestos.
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Temor y silencio. Los empleados de la línea tienen clara la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Cuando se avanza en la pirámide, a veces la línea se difumina. El temor y el silencio impiden que la información de las trampas llegue a los que pueden tomar acciones.
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Un presidente "más grande que la vida" y subordinados jóvenes e inexpertos. Para...
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