BENCHMARK / Francisco I, CEO

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

Viernes Santo, un día perfecto para platicarle sobre un dirigente que quiere transformar a una enorme y anquilosada organización: Jorge Mario Bergoglio.

Y es que aparte de ser el líder espiritual de unos 1,200 millones de feligreses, Francisco I es el CEO de la Iglesia católica. Entrémosle pues al tema del Pontífice como líder.

"Una administración gorda está enferma. Quiero soluciones a nuestros problemas (financieros) y las quiero lo más rápido posible".

Parte de lo que les dijo el Papa a siete prominentes financieros apenas 5 meses después de que Benedicto XVI renunciara en febrero del 2013, de acuerdo a un reportaje de la revista Fortune.

Según el semanario, el Pontífice busca sanear las finanzas del Vaticano para alcanzar lo que ve como la principal misión de la Iglesia.

"Vamos a hacer dinero para llevarlo a los pobres", nos dijo el Papa, explica José Zahra, uno de los expertos con los que se reunió en el verano del 2013.

"Como un gran CEO, el Papa tiene la habilidad de definir una visión estratégica para luego elegir y motivar a las personas adecuadas para lograrla", explica Fortune.

La revista destaca acciones administrativas del Pontífice. Por ejemplo:

· Asesorarse con expertos: KPMG para mejorar prácticas contables, Ernst &_Young para revisar la administración, Deloitte & Touche para auditar al banco Vaticano y Spencer Stuart para reclutar altos puestos directivos.

· Poner personal "fresco" en puestos clave, como al Cardenal australiano George Pell en el nuevo y poderoso secretariado económico.

· Aunque no habla de pesos y centavos (deja esos temas a los expertos) siempre está muy bien preparado e informado. Su fuerte es el liderazgo y sabe que una organización exitosa siempre empieza desde arriba.

· Aborrece el desperdicio y la ineficiencia. Cree que el Vaticano puede funcionar mejor con menos empleados. Por ejemplo, congeló contrataciones desde febrero del 2014.

De acuerdo a la revista, las finanzas de la Iglesia católica son altamente descentralizadas. Por lo tanto, hay pocos vasos comunicantes entre las 3,000 diócesis, las órdenes religiosas y el Vaticano. Por eso, el Papa no puede resolver sus problemas financieros agenciándose recursos de las otras 2 ramas de la Iglesia.

Por eso, tiene que arreglar al Vaticano. Y la clave está en la burocracia, en la curia. Porque según Fortune la operación de la Ciudad-Estado es superavitaria. Sin embargo, la curia tiene un déficit de decenas de millones de dólares anuales.

Un déficit que...

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