BENCHMARK / Evaluar el riesgo (que viene)

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

En el mundo reina la incertidumbre. Trump plantea muchas dudas: ¿Qué tan proteccionista será?, ¿de veras deportará a 3 millones de ilegales?, ¿autorizará el Congreso su plan agresivo de recortes impositivos?, ¿qué acciones geopolíticas tomará respecto a ISIS, el Oriente Medio, NATO, Rusia y otros temas clave?

Si esto es cierto para el planeta, prepárese porque los especialistas concuerdan: México podría ser el país más perjudicado por las acciones del próximo Presidente de Estados Unidos (EU).

¿Cómo evaluar el riesgo que viene? Le platico sobre un excelente marco de referencia de McKinsey.

"Los procesos de evaluación típicamente consideran sólo las amenazas directas a una empresa y le prestan poca atención a riesgos indirectos que pueden ser igual de graves", explican.

El modelo de la consultora ubica a los riesgos en círculos concéntricos. En el centro está el punto focal de atención: la compañía. Y específicamente los impactos de los peligros en su productividad, productos, costos o situación financiera.

En la capa exterior están factores que disparan los riesgos: eventos geopolíticos, inflación, mercados financieros o de commodities (crisis petrolera, por ejemplo), tecnología (Uber, redes sociales, etcétera), regulación, crecimiento económico, medio ambiente, pandemias o cataclismos ambientales, cambios demográficos, etcétera.

Claramente, en el caso de México, el disparador de la avalancha de riesgos que nos acechan es el triunfo de Donaldo. Entre todos destacan dos peligros: proteccionismo (cambios al TLC) y la posible deportación de millones de paisanos, lo que presionaría fuertemente al empleo en el País y afectaría los flujos de remesas (relea "¿Y si gana Trump?").

McKinsey sugiere identificar posibles disparadores y determinar su impacto amplio en la organización entera.

"Se deben de ir más allá de los riesgos inminentes y considerar efectos primarios y secundarios que puedan desestabilizar la cadena de valor, afectando a sus participantes", explican.

En particular sugieren evaluar cuatro componentes:

  1. Posición competitiva. Respecto a competidores o productos/servicios sustitutos, sobre todo si existen diferencias en estructuras de costos o desempeño.

  2. Cadenas de suministro. Certeza en la proveeduría de materias primas, moneda en la que se paga (dólares vs. pesos), estructura de costos de proveedores, regulaciones, aranceles y barreras no arancelarias, costos de transporte y logística, etc.

  3. Canales de distribución. Composición...

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