BENCHMARK / Desarme a su rival
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
La idea de esta columna nació de una reunión con funcionarios en la que estuve hace poco en Monterrey.
Nos platicaron sobre un tema polémico: desarrollo urbano. Y la verdad, traían un buen plan, fundamentado con estudios técnicos.
Un esfuerzo para tratar de meter orden por distritos, por regiones específicas de la mancha urbana. Un esquema donde vecinos y autoridades participarían juntos para regular algo imparable: el crecimiento de una ciudad.
Excelentes ideas con mecanismos novedosos, como fideicomisos para administrar fondos públicos e impuestos a cobrar a vecinos para hacer obras viales y de infraestructura necesarias.
Y claro, como cualquier innovación (en la política... o en su empresa), este proyecto desata polémica. Intereses afectados quieren que ni siquiera se inicie una consulta para que la ciudadanía opine. Prefieren que no se explore nada y que todo quede igual.
Como los funcionarios habían "hecho la tarea", sus presentaciones presumían lo mucho que mejoraría la ciudad con los nuevos métodos. Muchas hojas, mucho texto, muchos cálculos.
Le platico que al final de la exposición me atreví a sugerir algo que parece contra intuitivo: en lugar de vender un "gran cambio", minimícenlo.
En lugar de presumir como todo cambiará (para bien), digan que tan sólo están pidiendo permiso para que el ciudadano (y de pasada los opositores) conozca, proponga, ajuste y decida.
En lugar de "vender cara" la propuesta, "venderla barata". Una sugerencia excelente para un político... y para cualquiera.
Una táctica para enfrentar al que se opone a que se avance, a que algo nuevo se intente o explore. Veamos.
¿Qué pasa cuando alguien tiene una buena idea y ésta enfrenta resistencia? El instinto natural es buscar convencer al que se opone de la bondad del nuevo proyecto.
"Lo primero que hacemos cuando alguien no está de acuerdo con nosotros es asumir que son ignorantes, que les falta información. Y les compartimos la nuestra", explica Kathryn Schulz en el blog FarnamStreet.
¿Y si después de hacerlo no cambian de opinión? La autora del libro "Equivocarse: aventuras en el margen de error" lo expresa perfectamente: pensamos, es un idiota.
Un camino que lleva directito a gritos y sombrerazos. Porque quizá la idea sea fenomenal y a usted le asista la razón. Pero si su contraparte pesa en la decisión final, él o ella pueden tener la última palabra.
¿Qué hacer? En un mundo ideal un buen líder buscará convertir al opositor en aliado.
"Como las rivalidades pueden...
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