BENCHMARK / Combinaciones peligrosas

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"Ignorancia y poder. Soberbia y dinero. Drogas y armas. Tos y diarrea". Combinaciones peligrosas.

Así dice un simpático (y sabio) "meme" que circula en redes sociales. Buenísimo. Le propongo un sistema para generar 100 cocteles mortales. Tiene dos columnas con 10 números cada una:

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  1. Estupidez. 0. Autoridad.

  2. Soberbia. 1. Dinero.

  3. Cólera. 2. Iniciativa.

  4. Ignorancia. 3. Poder.

  5. Debilidad. 4. Seguidores.

  6. Falsedad. 5. Enjundia.

  7. Tiranía. 6. Recursos.

  8. Maldad. 7. Terquedad.

  9. Deshonestidad. 8. Ingenuidad.

  10. Egoísmo. 9. Estrategia.

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    ¿Listo? Piense en un número entre 0 y 99. El primer dígito va en la columna uno y el segundo en la dos. Así, 53 es "Falsedad y Poder", 74 es "Maldad y Seguidores" y 27 es "Cólera y Terquedad".

    Ufff, seguro que en alguno de éstos se ubican los líderes más nefastos que nos han tocado vivir. Por ejemplo, a Trump le quedarían el 13, 32, 97, 29... y no le sigo porque ¡peligro y le aplique los 100! ¿Qué números le tocarían a Peña, el Bronco, AMLO o su político favorito?

    Me detengo en la palabra líder. Porque no es lo mismo que una de estas mezclas cáusticas esté presente en un mortal común y corriente que en un jefazo. Claro: El daño que provoca un poderoso tóxico es mucho mayor.

    Parafraseando a un dicho popular: No hay nada más peligroso que un pendejo con iniciativa (por cierto, el 02 en la lista)... salvo que el penitente tenga autoridad. Salvo que sea un líder.

    ¿Cómo puede un jefe evitar caer en alguno de estos 100 dígitos? Con la cualidad que quizá es la más importante para un liderazgo efectivo: la inteligencia emocional. Llamémosla EQ (en lugar de IQ).

    El concepto se desarrolló en las décadas de los 70 y 80 por estudios de sicólogos estadounidenses (Gardner de Harvard, Salovey de Yale y Mayer de la U. de New Hampshire), pero ganó popularidad en 1995 con el libro "Inteligencia Emocional", de Daniel Goleman.

    EQ es entender a fondo cómo nos administramos sicológicamente antes de buscar administrar a otros. "Emociones sin control pueden hacer estúpidas a personas inteligentes", asegura Goleman.

    En otras palabras: ubicarlos en alguna de las combinaciones tóxicas.

    De hecho, diversas investigaciones de empresas globales demuestran que el intelecto no juega un papel clave en el éxito. La competencia emocional hizo la diferencia crucial entre los líderes mediocres y los mejores. En promedio 90% del éxito se explica por el EQ.

    Goleman argumenta que ¡el EQ es el doble de importante que el IQ! Bueno, pues él escribió...

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