BENCHMARK / ¡Abundancia!
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
La cuesta de enero, el inicio de la reforma cobrona de Peña, la inseguridad y hasta el calentamiento global.
Tantas razones para ser pesimistas. Una fea forma de iniciar cualquier año. No me gusta y soy contreras. Démosle por otro lado.
Le platico cómo el mundo podría entrar a una era de gran prosperidad.
"Quizá el enorme progreso logrado en el último siglo se está acelerando tanto que tenemos el potencial de crear en las siguientes 3 décadas un mundo de abundancia", señala Peter Diamandis en una charla de TED (muy buena, véala en nuestros sitios).
El exitoso empresario del Valle del Silicio documenta junto con Steven Kotler una tesis optimista en el interesante libro "Abundancia: el Futuro Será Mejor de lo que Piensas".
De acuerdo a Diamandis, el tamaño de los problemas del mundo (¡y de México!) nos hace olvidar el impresionante progreso del último siglo.
"La expectativa de vida global se ha doblado, el ingreso per cápita real se ha triplicado, la mortandad infantil ha caído 90 por ciento, la tasa de alfabetismo ha pasado de 25 a 80% y el costo de alimentos, electricidad, transportación y comunicaciones ha caído en factores de entre 10 y mil", asegura.
Su tesis central es que muchos de los grandes problemas no son por falta de recursos. El reto es cómo acceder a los enormes recursos disponibles.
"Vivimos en un planeta bañado de recursos. Por ejemplo, recibimos 5 mil veces más energía que la que usamos en un año. 16 terawatts llegan a la tierra cada 88 minutos (sol). El asunto no es la escasez, sino la accesibilidad".
Otro ejemplo, el agua. Cubre 70 por ciento de la superficie del planeta. O sea, no falta. La bronca es que 97.5 por ciento es salada y el 2 por ciento es hielo. Los humanos disputamos ¡el 0.5 por ciento del agua! De nuevo: no es la escasez.
Cuatro factores fundamentan el optimismo:
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El avance exponencial de la tecnología en computación, medicina, energía y muchas áreas más.
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El empoderamiento que la tecnología da a emprendedores visionarios.
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Billonarios tecno-filántropos que usan sus fortunas para buscar soluciones a megaproblemas globales como hambre y enfermedades.
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El billón (millón de millones) emergente. Los pobres están aligerando su carga y problemática con la tecnología.
Los autores explican cómo el avance tecnológico (principalmente por la Ley de Moore: desempeño de dispositivos digitales se duplica cada 18 meses) ha provocado que pequeñas empresas logren innovaciones antes reservadas para gigantes corporativos...
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