Beatriz Paredes / El PRI, una perspectiva

AutorBeatriz Paredes

El Partido Revolucionario Institucional fue la fuerza política más importante en el México del siglo XX.

De 1930 a 1980, en el régimen de partido hegemónico que fue el eje del sistema político mexicano, las instituciones establecidas por el continuo Revolución Mexicana-PNR-PRM-PRI consagraron el principio de igualdad de todos frente a la ley, la libertad de los mexicanos de pensar, escribir, expresar y crear, de reunirnos y asociarnos, la libertad de conciencia y culto; forjaron al Estado mexicano como un Estado laico, democrático y federal; y a la educación como un derecho universal a través de la educación pública y el libro de texto gratuito; la reforma agraria distribuyó más de la mitad del territorio nacional y reconoció patrimonio y espacio social a los campesinos; se reivindicó la propiedad de la nación sobre los hidrocarburos; se perfiló un sistema de economía mixta; se consagró el derecho de huelga y se instituyó la seguridad social. En síntesis, se establecieron las bases del México moderno.

No omitimos que el poder ejercido en la era priista del partido hegemónico tenía un componente de exclusión originario: el PNR se constituyó para que gobernaran quienes ganaron la Revolución Mexicana. Alianza de grupos victoriosos, con matices y pugnas internas, esencialmente unidos por los principios de la Constitución de 1917.

También es cierto que la era del partido hegemónico, paralelamente, fue la etapa del presidencialismo exacerbado, pues el que el titular del Poder Ejecutivo federal fuese al mismo tiempo el comandante supremo de las Fuerzas Armadas y el jefe del partido que ostentaba la representación de todas las gubernaturas, la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión y los Congresos locales, y un número abrumador de presidencias municipales hacía del sistema político mexicano un sistema con un gran verticalismo y con un rol excesivo de la figura presidencial. Hecho que además se nutría por la tradición secular mexicana, de la época virreinal y de la prehispánica, por el peso de la Corona española y de los grandes tlatoanis.

En el régimen del presidente López Portillo, Jesús Reyes Heroles, ex presidente del PRI, fue el principal promotor de la reforma política que democratizó al régimen de partido hegemónico sentando las bases para un sistema de partidos competitivo y que reconoció formalmente el peso de las minorías. A partir de allí, sucesivas reformas electorales; exigencia de grupos sociales; una importante división en el...

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