Batucada de tres culturas

AutorZoraida Chong

Con la llegada de los portugueses a Brasil hace 500 años, comenzó una fusión cultural que daría como resultado entre otras cosas, una gastronomía amplia y singular.

La introducción del bacalao, el aceite de oliva y el puerco enriqueció aún más la cocina indígena carioca, caracterizada por la variedad de frutas tropicales.

Con los portugueses llegaron también los esclavos negros y sus costumbres muy arraigadas, pero sobre todo, una forma de ser que acabaría por imperar en la fusión de tres razas. Los negros con su ánimo relajado y sensual, y con su ritmo convirtieron al Brasil en el país heterogéneo, alegre y musical que hoy se ofrece al mundo.

"Los negros también tenían sus propias costumbres culinarias, ellos debían alimentarse muy pesado para soportar las duras faenas a que estaban destinados. Uno de sus platillos básicos y que hasta hoy se identifica con Brasil es la feijoada, preparada con frijoles, carne de puerco y pimientos", afirma Renato Mosca, agregado cultural en México.

Un acompañante que no falta en el menú brasileño es la harina de mandioca (o yuca), que los indígenas utilizaban desde antes de la conquista y que se adaptó perfectamente a los platillos portugueses y negros por su sabor y su capacidad de absorber las grasas.

Actualmente también se reconoce a la comida brasileña por la abundancia y calidad de las carnes de cerdo, cordero, aves, pero sobre todo la de res. Son famosas las churrasquerías donde se coloca la carne en espadas para ser asadas al carbón, sin embargo, afirma Renato Mosca que "éste es un proceso más reciente, que impera sobre todo en el sur, cerca de Argentina y...

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