Ángeles en bata azul
| Autor | Cielo Mejía |
No estudiaron ni Enfermería ni Medicina, pero dentro del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, los pacientes y el personal las admira tanto como a esos profesionistas.
Cuando las ven pasar por los pasillos del hospital, las reconocen de inmediato: siempre llevan una bata azul, una sonrisa en el rostro y ganas de aliviar el espíritu a los enfermos.
Hace 64 años, la madre Josefina Carmen Aldape, fundó la Asociación de Damas Pro-Hospital, la cual es el grupo voluntario más antiguo de los Civiles.
Elba Ramírez García, presidenta de la organización, no sabe mucho de medicinas ni de curaciones, pero platicar con los pacientes para darles ánimos, es su vocación desde hace 25 años.
"Nosotras venimos a ver a los enfermos por amor a Dios", dice, "venimos a platicar con ellos, nuestra labor es pastoral, espiritual".
Las Damas de la Bata Azul, como se les conoce, comenzaron su trabajo altruista con charlas, pero actualmente también apoyan a los grupos vulnerables con ayudas materiales.
"Tenemos muchas personas que nos dan donativos y con eso ayudamos también a los enfermos, hay muchas cosas que el hospital no les puede dar", explica Ramírez García.
Las voluntarias apoyan a cualquier paciente de las áreas comunes y la Torre de Especialidades que necesita ayuda, especialmente a los que están solos o en abandono.
"Somos 50 miembros de la asociación (...) puras mujeres y hay grupitos de dos, de tres, hasta de cuatro, tienen ya su sala específica para ir a visitar a los enfermos, nuestra labor es venir todos los jueves, es nuestra visita que hacemos aquí", expresa Ramírez García.
"Cuando (las damas) van y platican con los enfermos muchas veces les dicen que no tienen para comprar algún medicamento que el hospital no les puede dar".
Es el Departamento de Trabajo Social el que les indica qué persona necesita el recurso. Primero se hace un estudio socioeconómico, se habla con los familiares del paciente y después notifican si éste tienen o no dinero.
Además de medicamentos, la organización regala ropa a los necesitados del nosocomio.
"El hospital nos presta una bodega, tenemos un lugar aquí dentro (de las instalaciones) donde guardamos toda esa ropa, zapatos, tenemos sillas de ruedas, muletas, andaderas, porque también eso ocupan aquí los enfermos", apunta.
La mayoría de las voluntarias ya son adultos mayores, agrega, pero en los últimos años han entrado integrantes más jóvenes, afirman.
Aunque existen desde hace seis décadas, la asociación lleva registrada...
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