Bastones de mando

AutorAlfredo Ávila

Historiador

El jueves 7 de septiembre, el Presidente de la República entregó un bastón de mando a Claudia Sheinbaum, seleccionada por su partido para ser, en la práctica, candidata a sucederle.

La "entrega del bastón de mando" es una tradición presente en cada vez más comunidades indígenas. Esto no significa que su origen sea prehispánico. Es cierto que podemos hallar cetros, varas o bastones en las representaciones de gobernantes en Mesoamérica antes de la Conquista española, pero no hay testimonios sobre la "entrega" de dicho símbolo del poder.

En otras partes del mundo los cayados, mayales y varas también se encuentran relacionados con la dirigencia. De ahí el cetro que, desde la Edad Media europea, encontramos en las representaciones de príncipes y monarcas, así como el báculo de los pontífices, pastor de almas. En la península ibérica, la vara que portaban los reyes representaba la justicia, vara que también podían portar los alguaciles.

La "entrega del bastón de mando", ya con ese nombre, pareciera tener un origen militar en Castilla, que después se difundió en el proceso de sometimiento de los territorios americanos. Ese es el sentido que tienen los bastones de mando que en la época colonial los Virreyes entregaban a sus sucesores, en su calidad de "capitanes generales".

Las Leyes de Indias instituyeron en las comunidades indígenas un tipo de gobierno semejante al de los ayuntamientos de españoles, pero adecuado a las costumbres locales y sin algunas facultades reservadas a los funcionarios reales. Los "pueblos de indios" debían elegir a sus gobernadores y demás integrantes del "gobierno de la república de indios". No se trataba de un proceso democrático. En la mayoría de los casos, los hombres que elegían eran solo los "principales" de cada comunidad, excluyendo a la mayoría de los mayores de edad. Las mujeres no tenían papel alguno en estas elecciones que se realizaban, además, en una asamblea a mano alzada, lo que impedía que hubiera disenso, por temor a las represalias. La normatividad que establecía que estas elecciones debían ser anuales y prohibía la reelección rara vez se cumplía.

Una vez que se elegían las autoridades, los funcionarios de la Corona entregaban una vara de justicia, con ese nombre, aunque en el siglo XVIII también se le llamara bastón de mando, como el de los virreyes. La ceremonia tenía como finalidad exhibir ante la comunidad el poder que se confería a los hombres recientemente electos.

La importancia...

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