Entrevista / Jonathan Barnbrook / Gabriel MartÃnez Meave / Martin Aleith / Alex Trochut / Donde ponen el ojo...
Letras con historia
Reconocido internacionalmente como uno de los diseñadores y tipógrafos más innovadores de Inglaterra, Jonathan Barnbrook (1966) fundó su estudio hace casi dos décadas. Una de sus fuentes más conocidas es Priori, que se estrenó en la portada del disco Heathen, de David Bowie.
A finales de los 90, colaboró con el artista plástico Damien Hirst en la creación (diseño, diagramación y tipografía) de su primer libro monográfico, I Want to Spend the Rest of My Life Everywhere, with Everyone, One to One, Always, Forever. El próximo viernes, dará una conferencia en Tijuana como parte de las actividades del Noveno Congreso Internacional Esquina Norte.
¿Cómo describirías tu estilo como tipógrafo?
Me interesa la belleza que hay en la forma de las letras, y que ellas expresen el espíritu de la época. También su relación con el lenguaje. ¿De qué otra manera puedes mostrar un tono de voz, un doble significado o mentir mejor que dibujando las letras correctas para cierto texto?
(A propósito de mentir mejor, Barnbrook creó una tipografía llamada "Nixonscript", que en su sitio web promociona como una fuente para decir mentiras y que, desde su punto de vista, tiene todo el espíritu del sueño americano. Para ella se inspiró en un letrero hallado en una cámara fotográfica de los 60.)
¿Cuál es tu mayor inspiración como diseñador de fuentes?
Comunicar de manera correcta. No me refiero sólo a que las palabras puedan ser leídas, sino a que se entienda el tono de voz. También me inspiran todas las tipografías bellas, sorprendentes y complejas que se han utilizado a lo largo de la historia, desde las que se han usado en la mayoría de las catedrales hermosas hasta las de las armas militares más mortíferas. Todas las letras tienen una historia. Por ejemplo, la Helvética da una imagen de la Europa de los años 50. Las fuentes Blackletter o góticas pueden hacer pensar en los Nazis o en impresión antigua. Todas son imágenes o crean una imagen, así que no suelo hacer diferencia entre una letra normal y una ilustrada.
Oficio para perfeccionistas
El gusto del mexicano Gabriel Martínez Meave (1972) por la tipografía se dio bastante temprano.
Cuando era estudiante de diseño gráfico, empezó a interesarse por la letra, y copiaba a mano fuentes tradicionales, como Helvética, Garamond o Bodoni, lo que llamó la atención de sus maestros.
"Se suponía que nadie podía o debía dibujar las letras, sino simplemente usar las que ya existen", explica Martínez Meave. "Me...
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