Empresa/ Balazo en el pie
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Mientras unos, lanzando por delante las cifras de consumo, hablan que aunque México está en la ola de desaceleración económica global, su promedio de crecimiento será superior al de los países de América Latina, otros pronostican una pérdida de dos millones de empleos en el año.
"Cuando el Presidente Vicente Fox esté en el brindis de fin de año, señaló el presidente de la consultora Economic Analisis for Company Planing, Rogelio Ramírez de la O, el déficit de empleos será de dos millones1/2".
Lo cierto es que aunque técnicamente el país sí estaría en recesión -bajo la definición de que se ingresa a ella cuando se acumulan dos trimestres de crecimiento negativo- en el plano estricto de la producción industrial, ésta representa sólo el 25 por ciento del peso de la economía en su conjunto, ante el avance desbordado de los servicios.
De hecho, entre julio del 2000 y abril anterior la actividad industrial sólo ha registrado dos meses de crecimiento, profundizándose la debacle a partir de septiembre. En la línea están, por ejemplo, las caídas de febrero (-3.7); marzo (-1.90), y abril (-3.1), cuya magnitud remite a la crisis de 1995, tras la catástrofe cambiaria del año anterior.
La vertiente más dramática la plantea la industria de la construcción, con caídas crecientes que oscilan desde 0.9 por ciento en diciembre del año pasado, hasta 6.3 en abril, ante la drástica reducción de obras de infraestructura en los sectores eléctrico y de comunicaciones, es decir, líneas de transmisión y distribución de energía, autopistas, carreteras y caminos, a la par, desde otro ángulo, de obras hidráulicas.
Y aunque la industria manufacturera detuvo su caída libre con el crecimiento anualizado de 2.7 por ciento en el periodo enero-abril de las maquiladoras, la de transformación no tuvo igual suerte, al registrar un descenso bajo el mismo parámetro, de 2 por ciento.
La minería registra una baja anual de 4.6 por ciento.
La paradoja del caso es que las ventas de exportación, cuyo ritmo había descendido en los últimos cuatro meses, registraron en mayo un sorpresivo repunte de 4 por ciento, parte del cual se explica ante la reactivación de las plantas automotrices del país para cubrir pedidos que originalmente se habían hecho en Brasil.
Como usted sabe, la nación carioca enfrenta una crisis energética de tal magnitud, que obliga a parar las plantas durante algunas horas al día.
Ahora que en otra sorpresa, el proveedor de Estados Unidos que ha sufrido menos...
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