Contra balas y cuchillos
| Autor | Humberto Padgett |
La combinación de fibras sintéticas, cerámica y procesos tecnológicos avanzados, han hecho posible que la industria mexicana sea capaz de producir chalecos antibalas resistentes a cualquier tipo de arma corta o fusil, con cualidades que hacen posible su exportación al Medio Oriente, Africa y Colombia.
Una de estas empresas es Macoisa, propiedad de Alfredo Aguilar Amezcua, que fabrica las prendas para la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal.
"Nuestros chalecos han sido utilizados en Colombia, Africa o Medio Oriente a través de dos distribuidores en Estados Unidos.
"En Costa Rica, Chile, Uruguay o Perú vendemos tanto chaleco blindado como placa balística, que son usados por las fuerzas armadas", explicó.
La producción diaria de Macoisa es de 60 a 70 chalecos al día; cada pieza fluctúa, según el material empleado, entre los 350 dólares y los 600 dólares, y la cotización se hace en esta moneda porque los materiales se pagan con ella.
Los materiales empleados en a manufactura son kevlar, dinema o spectra, fibras aramídicas de alta resistencia a balas y la deformación que provocan.
"Una placa de dinema o spectra cuesta más o menos 300 dólares", precisó Aguilar Amezcua, "la de cerámica, es de 150 dólares, pero también es la mitad en peso entre una y otra".
La protección del chaleco, explicó, depende del número de capas, que varían según el nivel balístico que se le vaya a asignar o contra el tipo de armas de que se busque proteger.
"Si vamos a salvaguardar contra todo tipo de armas cortas, incluyendo la subametralladora UZI 9 milímetros o la Magnum .44, se pone determinado número de capas, y ya integrado el panel balístico, lo que hace es evitar la penetración para que no cause deformaciones mayores a 44 milímetros, que es lo establecido por la norma", precisó.
El chaleco permite aislar de los impactos de bala el pecho, espalda y costados, aunque deformaciones mayores a los 44 milímetros, advierte, causan daños internos en el organismo.
El peso de los ultra ligeros, de mayor costo, alcanzan entre 2.8 y 3 kilos, y uno de elementos más resistentes, más barato, pero el peso ronda los 3.5 kilos.
Los principales clientes de Macoisa son, en el mercado nacional, las distintas direcciones de...
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