La baja intensidad

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Francisco Valdés UgaldeDirector de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) sede MéxicoEL UNIVERSALSe ha dicho que uno de los problemas que aquejan a las democracias en países como los de América Latina, incluido México, es la "baja intensidad de la ciudadanía".Las diferencias sociales, la pobreza, la inmediatez de los problemas, la ausencia de certidumbre respecto a derechos y libertades ocasionan que los individuos se alejen de lo público, y el vacío que así provocan se llena de políticos depredadores que facilitan a los intereses particulares que se enquistan en el Estado. De ahí una baja calidad democrática y una facilidad extraordinaria para la recuperación de poderes dañinos para el interés colectivo.¿Cómo se expresa en el caso de nuestro país la debilidad de los ciudadanos? El síntoma ha sido la desacreditación de la democracia. Andamos más o menos con la mitad de la opinión ciudadana que considera que sería preferible un gobierno menos democrático pero más "efectivo".Es natural que la ciudadanía perciba más los efectos que las causas del orden o del desorden político, pero es imperativo el deber de los políticos y de los profesionales de la opinión pública llegar a las causas y alentar la formación de una opinión educada al alcance del ciudadano promedio. Es el típico problema de la información necesaria para tomar decisiones y la dependencia entre la calidad de la primera y la de las segundas, en este caso, decisiones electorales: ¿por quién votar para que ocurra qué?La desinformación política opera como un incentivo que fomenta la ciudadanía de baja intensidad. Por ejemplo, si el mensaje de que a México le urge como prioridad "orden" y "eficacia" se hace predominante frente a su opuesto, que la prioridad sería reformar los cimientos del Estado que originan el desorden, es evidente que el ciudadano se puede inclinar por el sesgo predominante en contra de la otra explicación y alternativa de solución al "desorden".Si vamos al fondo de la cuestión, el ambiente de caos que se percibe en la política y la sociedad, asociados a la violencia del crimen organizado y la respuesta del Estado, y la ineficacia de los múltiples órdenes de gobierno y poderes del Estado se originan en la incapacidad que el país ha exhibido para construir un Estado democrático.Desde el punto de vista electoral dimos el paso decisivo: elegimos libremente a nuestros gobernantes de...

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