Mucho baile, poco soccer

AutorRaúl Guzmán

Mural/ Enviado

PUERTO ESPAÑA.- Para los que no están acostumbrados, un tamborazo más y la cabeza les estallaría, pero para ellos no.

Los trinitarios no cesaron de tocar sus tambores durante todo el juego y aunque no comprendieran a la perfección las reglas o no estuvieran inmersos en la pasión de una eliminatoria, celebraban como si fuera una fiesta y lo hacían a su manera.

Hora y media antes comenzó el show. Un templete a la altura de la línea de la media cancha albergaba a los músicos; un espectacular equipo de sonido, con decenas de enormes bocinas como en concierto, estaba preparado.

Y la música sonó, retumbando en el estómago con una grave ecualización que parecía meterse por los oídos y mover algo dentro del cuerpo.

El Soca, como llaman los trinitarios a su música, ritmo cuya correcta denominación es Calipso, invitaba al baile y aunque era evidente que no se llenaría el Queen1/2s Park Oval, todo estaba listo para que la fiesta contagiara a los jugadores en la cancha.

Del soccer, como se le conoce al futbol, pocos saben sobre él y muchos nada.

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