El baile de costumbre

(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)MÉXICO, D.F., diciembre 10 (EL UNIVERSAL).- 23 segundos, el Bernabéu festeja el gol de Karim Benzema, pero el Barcelona se acordó de sí mismo y en ese momento los jugadores del Madrid se convirtieron en fantasmas para ser derrotados.El espejismo merengue se construyó con el gol más rápido de la historia de los Clásicos españoles para desmoronarse en medio del baile humillante del ya líder Barcelona en los 93 minutos restantes.Misma historia, el mismo contraste de emociones que ya parece eterno. El guión blaugrana no cambia, ni tiene razones para hacerlo. Este sábado ganó a su máximo rival de nuevo y a domicilio. El 1-3 lució hasta fácil. La plegaria del Santiago Bernabéu era que no cayera un cuarto tanto culé.El Real Madrid puede tener rachas de ensueño (15 victorias consecutivas), futbolistas encendidos y La Casa Blanca como respaldo pero siempre que se les aparece la camiseta blaugrana sucumbe como si fuera parte de un dictado divino que jamás acabará.Josep Guardiola, el técnico que jamás ha perdido en el Bernabéu incluso quería más y más. Obligaba a los suyos a ir al frente ya cuando los blancos ya se encontraban noqueados. José Mourinho, el anticulé, de nuevo, buscó refugio en su banca, con el rostro desencajado por vivir un sueño horrendo teñido de azul y grana que se repite.Antes del partido, el madridismo se jactaba de ser el mandón de la competencia. Mourinho había logrado que su equipo llegara como favorito al Clásico español y en la cima de la Liga.El aire blanco de soberbia creció cuando ni siquiera se había jugado un minuto y el arquero Víctor Valdés le regaló el gol a Benzema, quien atinó a fusilar al arquero blaugrana para hacerlo pagar un error en la...

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