Bailarinas y corrupción en Los Cabos
| Autor | Jorge Carrasco A. |
Cabo San Lucas, BCS.- Se ostenta como amigo de todo tipo de autoridades. Compra jueces, periodistas e inspectores. Cuenta con el apoyo de las policías y del ministerio público. Tiene como socio a un ex oficial de la policía de Estados Unidos, y como representante legal ha contado con los servicios de un influyente consejero de la Cámara Nacional de Comercio.
Su nombre es Mark Alan Bailey, estadounidense de 51 años, que desde hace tres ha hecho de Los Cabos, en Baja California Sur, un eslabón más de la cadena de sexo-servicio internacional en la que participan otros estadounidenses, cuyas actitividades se han extendido también a Cancún y Acapulco.
Sus negocios van desde centros de table dance en México y California, casas de masajes en Cabo San Lucas, producción de videos en centros internacionales de diversión, venta de productos y servicios, así como reclutamiento de modelos a través de internet y, desde luego, en Baja California Sur, el regenteo de mujeres, incluidas menores y extranjeras.
La opinión pública de Los Cabos empezó a conocer las actividades de Bailey hace un año por un conflicto laboral en el table dance 20/Twenty, localizado en la zona turística de Cabo San Lucas, y cuya propiedad es un 80 por ciento del ciudadano estadounidense.
Pese a estar registrada como una sociedad mexicana con cláusula de admisión de extranjeros, los otros socios también provienen de Estados Unidos: Lance Steven Strumpf Sloma y José Carlos Miramontes, con el 10 por ciento de las acciones cada uno, de acuerdo con el acta constitutiva de "Bailarinas, SA de CV", fechada el 8 de octubre de 1996, y que es la razón social del 20/Twenty.
A Sloma nadie lo identifica en el entorno del club nocturno, a diferencia de Miramontes, californiano de 59 años, quien es reconocido como ex policía estadounidense que da instrucción a la Policía Judicial de Baja California Sur, y que por esa vía y regalos ha abierto las relaciones de Bailey con esa institución.
El diferendo laboral, originado por irregularidades en la contabilidad del negocio, ha evidenciado también las relaciones de poder que Bailey ha cultivado con dólares y mujeres para tener cobertura en sus actividades que, a decir de expertos, podrían constituir ilícitos de delincuencia organizada.
Originario de Los Angeles, California, Bailey llegó a Los Cabos como inversionista, según consta en el permiso 000580 de la Secretaría de Relaciones Exteriores, del 12 de noviembre de 1996.
Hasta hace un año, no tuvo mayor problema en "crear empleos en México" y ganar "mil dólares a la quincena" en su negocio, como él ha sostenido pública y ministerialmente.
Pero desde mediados de 1999, su comportamiento patronal y actividades lo han hecho objeto de demandas judiciales, cuyo desarrollo ha logrado obstaculizar, aunque no pudo eludir un arraigo dictado por la junta local de Conciliación y Arbitraje.
Latino 'power'
Fue en la Semana Santa del año pasado cuando en el 20/Twenty tuvo lugar el concurso "la mejor bailarina de Cabo San Lucas", al que se esperaba la llegada de vacacionistas, principalmente estadounidenses.
Pero las expectativas no se cumplieron y la casa no ganó lo esperado, cuenta Silvia Lupián, quien como jefa operativa del lugar era la encargada de manejar los ingresos de las ventas y de los servicios sexuales.
Luego del fracaso del concurso, Lupián fue acusada de haberse robado 7 mil dólares y 20 mil pesos, pero de acuerdo con declaraciones ministeriales del ex chofer del centro nocturno, Jorge Stiff, encargado de hacer los depósitos a las cuentas en pesos y en dólares de Bailey, esas y otras cantidades fueron cobradas con firmas falsificadas de Lupián.
Para corroborar la versión de su empleada, Bailey quiso enviarla a Los Angeles, como ilegal, para someterla a una prueba de polígrafo con su socio y gerente de relaciones del 20/Twenty, José Carlos Miramontes, actual presidente en...
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