La bahía bonita

AutorAnaline Cedillo

ENVIADA

MATSUSHIMA, Japón.- Pinos de ramas torcidas por el viento descansan sobre rocas erosionadas por las aguas del Pacífico.

A poco más de dos horas en tren desde Tokio, el ambiente tranquilo de la bahía de Matsushima se impone al recuerdo de la ajetreada capital japonesa y sus rascacielos: el cuadro que componen los 260 islotes cubiertos de pinos negros y rojos, invitan a pasar largos momentos contemplativos desde la mesa de algún restaurante especializado en ostras, la comodidad de un tatami en un cuarto de hotel, o sumergido en la calidez de un baño onsen.

Matsushima, junto con Sendai, es una de las ciudades más importantes de la prefectura de Miyagi, en la costa noreste de Japón. Como otras partes de la zona, fue afectada por el terremoto y tsunami de 2011, sin embargo, el daño fue menor porque estas islas deshabitadas sirvieron de barrera natural.

En el agua, el paisaje se torna dinámico por las embarcaciones que llevan a los turistas a recorrer la bahía.

Antes de partir se aseguran de llevar suficientes frituras con sabor a mariscos para alimentar a las decenas de gaviotas de cola negra que revolotean alrededor. Las Kappa Ebisen sabor camarón, de la marca Calbee, son de las más populares.

Las aves, protagonistas de fotos y videos que circulan en redes sociales, vuelan insistentemente junto a los barcos y a ratos, como kamikazes, se lanzan a las manos de los visitantes que les ofrecen pedacitos de comida, e incluso las atrapan en el vuelo con gran destreza.

De nuevo en tierra, cerca del embarcadero, un camino flanqueado por pinos marca el siguiente punto imperdible en Matsushima: los templos ligados al clan Masamune y su historia samurái.

CÓMO LLEGAR

Aeroméxico opera una ruta directa desde la Ciudad de México hacia el Aeropuerto...

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