Más que baguettes

AutorCarlos Borboa

Croissant, brioche, de campiña, baguette... el pan es uno de los grandes símbolos de la gastronomía francesa, acompañamiento ideal y base de muchas otras panaderías.

Lo mismo alimento del pueblo que de reyes, el pan tradicional francés guarda técnicas, sabores y aromas añejos, transmitidos a través de generaciones de 'boulangers' o panaderos.

"La panadería tradicional francesa es aquella que se realiza de acuerdo a técnicas artesanales añejas, utilizando únicamente productos frescos y preparando cada pieza diariamente.

"La baguette, por ejemplo, es uno de los símbolos más populares de Francia, el brioche, el pan danés o masa para croissant, y todos los panes de campiña son sus representantes por excelencia", explica Pamela Díaz, panadera y propietaria de La Dolce Vita.

El grado de dificultad de la panadería es muy alto, debido a que requiere experiencia y paciencia, aclara la experta. La mejor recomendación es acercarse a alguien con los conocimientos más elementales.

"Una vez que uno se anima y comienza a practicar se vuelve sencillo, sólo se requiere tener un buen horno en casa, atomizadores de agua para hornear con vapor, una mesa de trabajo y una báscula", detalla la chef panadera.

Elija los mejores

"Lo más importante a la hora de elegir un pan es su textura; debe ser húmeda, con un migajón airado o poroso. Todas las variedades deben ser ligeras, independientemente de si son piezas grandes o pequeñas", explica.

Otro indicador de calidad es el tiempo que cada pieza mantiene su buen estado. Los mejores panes artesanales son aquellos elaborados con levadura fresca, que aseguran su conservación en perfectas condiciones por dos o tres días.

"Un buen pan de campiña tradicional, por ejemplo, puede rebanarse lentamente en varios días sin perder la humedad de su miga o resecarse", detalla la experta.

Baguette

2 piezas

Grado de dificultad: medio

· 350 gramos de harina

· 10 gramos de sal

· 10 gramos de levadura fresca

· 180 mililitros de agua

PREPARACIÓN: 3 horas

  1. Formar una fuente con harina, agregar sal y levadura. Incorporar agua y mezclar, y amasar por 15 minutos o hasta obtener una masa lisa y que se despegue de la mesa.

  2. Compactar, cubrir con plástico y dejar fermentar a temperatura ambiente por una hora.

  3. Cortar en dos piezas y formar doblando los extremos superior e inferior de la masa al centro y compactando...

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