'Ayudé a otras familias... pero perdí a la mía'

AutorCarlos Marí

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AMATÁN, Chis.- El desbordamiento del río Chinín, la noche del martes, movilizó a habitantes del poblado Reforma y Planada para apoyar a los vecinos inundados a la orilla del afluente, pero nunca pensaron que al regresar a sus viviendas encontrarían a sus familias sepultadas.

Es el caso de Valerio Méndez Cruz, quien esa noche se encontraba en una cancha de la comunidad, jugando basquetbol, y que cuando se desató la tormenta enseguida se preocupó por los pobladores de la orilla del río. Nunca pensó que perdería a parte de su familia con el derrumbe.

"Cuando cayó la lluvia fui ayudar a la gente que se inundaba, pero como el agua estaba tan recia, fui a pedirle al Comisario que, por el equipo de sonido, le dijera a la gente que desalojara sus casas, porque pensé que se podía derrumbar el cerro, pero cuando regresé, el cerro había sepultado a mi familia.

"Perdí a mi hijo (Filadelfo Méndez), que apenas tenía 10 años; a mi mamá (María Albina Cruz Castellanos); a mi cuñada (Florencia Gómez Rodríguez) y a mi sobrina (Areli Méndez Gómez).

"Mi esposa (Alicia López Méndez), logró sobrevivir, porque la sacaron debajo de los escombros", cuenta.

A dos días de esa tormenta, a Valerio, como a otros deudos, le tocó ayer cargar féretros a lo largo de casi dos kilómetros de subida, sobre otro cerro, donde se encuentra el panteón de esta comunidad de 380 habitantes.

Ahora llora al pie de las fosas, en las que entierran a sus familiares.

Su hermano, Natalio, quien también fue a auxiliar esa noche a los vecinos que sufrían de la creciente, dice que "milagrosamente" su familia dejó la casa que habitaban.

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