Ayudan a sanar en casa
| Autor | Luis López |
Las complicaciones económicas después de una enfermedad o una herida no siempre acaban al salir del hospital, pues a menudo un paciente requiere seguir su recuperación en casa, con equipo médico que no está al alcance de todos.
Para combatir esa inaccesibilidad, la asociación de beneficencia privada Sana en Casa trabaja desde el 2015 para ofrecer instrumentos médicos sin costo a familias de bajos recursos de Nuevo León que cuidan a un enfermo en su hogar.
Fundada por ocho matrimonios, amigos desde hace décadas, la asociación celebra la hazaña de llegar al apoyo de 200 casos desde su inicio, entre ellos 60 en lo que va del 2018 y con la meta de completar 100 beneficiados este año.
La asociación está integrada por ciudadanos que combaten un problema poco atendido, indica su presidenta, Laura Nelly González.
"Existen brigadas médicas, asociaciones que ofrecen tratamientos para personas enfermas, pero otra asociación que haga lo que hacemos nosotros, prestar equipo médico para usar en casa, no hay", señala la impulsora, cofundadora junto con su esposo, Jorge Aguirre.
Las labores para constituir la asociación iniciaron en octubre del 2014 y empezaron menos de un año después, con el préstamo de equipo, principalmente de camas de hospital, grúas elevapacientes, sillas de ruedas eléctricas, colchones antillagas y aspiradores de secreciones.
EL APOYO
Gradualmente la asociación ha ganado popularidad, lo que ha hecho crecer la cantidad de casos que reciben, tanto de instituciones como Cáritas y la Clínica 21 del IMSS, como a través de sus redes sociales.
Cada caso que llega inicia con una entrevista para determinar si la persona realmente requiere el equipo, y luego un estudio socioeconómico para comprobar que necesita apoyo de la asociación, explica la fundadora, vecina de Colinas de San Jerónimo.
Si se autoriza, se organiza la entrega del material al hogar de la familia beneficiada, donde voluntarios capacitados dan instrucciones sobre su uso.
Cada equipo, indica González, se entrega en comodato, pues la persona que cuida al paciente se hace responsable del equipo y se compromete a regresarlo una vez que ya no requiera su uso, que para algunos será en algunos meses, y para otros, en décadas.
La asociación ha atendido todo tipo de casos, desde jóvenes que sufrieron heridas de balas perdidas y viven con parálisis, hasta adultos mayores con enfermedades degenerativas, explica.
"Tuvimos un caso de un joven de unos 20 años, Plutarco, que lo atropellaron...
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