Ayudan a ciudades a florecer
| Autor | Alicia Boy |
REFORMA
Sus calles transportan al visitante a la época de la Colonia y lo llevan entre edificios religiosos de un estilo único: un barroco creado por las manos indígenas mexicanas; su limpieza es evidente, su señalización clara y armónica, y la amabilidad de su gente recibe al extraño. Así son las ciudades que ostentan el título de Patrimonio de la Humanidad.
Para Zacatecas, Morelia, Querétaro y Campeche no es suficiente llevar este distinguido nombre, otorgado por la UNESCO, pues cada cada una conserva un ambiente particular e incomparable, porque son ciudades vivas que hablan por sí solas, no sólo sobre su pasado sino de la gente que las habita actualmente.
La mayoría de las obras de restauración se inició en diversos sexenios, aunque muchas veces las inversiones fueron interrumpidas. Quienes continuaron con las labores ayudaron a que estas ciudades fueran puestas en la lista mundial de Patrimonio de la Humanidad, y todavía quienes creen en su preservación continúan su rescate y restauración.
No sólo ha sido por su historia, sino que parte primordial para su nombramiento -según coinciden entrevistados- ha sido el sentido de pertenencia de la población y la forma en que los gobiernos los han involucrado en los proyectos de renovación.
Ciudad Fortificada de Campeche
Inscrita en 1999
Campeche está en la costa del Golfo de México, es una ciudad fortificada a consecuencia de los diversos ataques de piratas de los Siglos 17 y 19, y cuyas murallas, baluartes y fuertes permanecen como un recuerdo.
Hasta hace poco tiempo, la cara de Campeche estaba un poco decadente porque el clima húmedo y salado de su cercanía con el mar empezó a dañar la pintura y a enmohecer los muros.
Cinco años de restauración fueron necesarios para dejar una alegre ciudad de colores que van del azul, el amarillo y el verde olivo, al mamey, el rosa y el naranja.
Desde los años ochenta se iniciaron las labores de restauración que comprendía el cableado subterráneo, y no fue sino hasta 1994 cuando se continuó con la segunda etapa, que incluía drenaje y pavimentado.
En 1998 se incorporan a este programa las casas de los barrios tradicionales de Campeche, como San Román y San Francisco. Los trabajos continuaron en la reconstrucción del lienzo de muralla, baluarte de la Soledad y puerta de Mar, así como el fuerte de San Miguel que ahora es recinto de un museo de arqueología regional, una muestra de lo que se puede encontrar en cada uno de sus sitios arqueológicos.
Del 2000 al...
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