Para avivar la flama

Estos destinos nacionales van con garantía de revivir el amor: el suave mar oaxaqueño, las tradiciones y naturaleza en Taxco y la vibra colonial, pero moderna de San Miguel de Allende

SAN MIGUEL DE ALLENDE

¿Por qué?

Sus calles empedradas, su deliciosa gastronomía y la belleza de su arquitectura colonial hacen de esta ciudad una escapada perfecta para los enamorados.

¿Qué hacer?

Hay sitios románticos literalmente en cualquier esquina. Parte del encanto es dejarse perder en el laberinto de sus empinados callejones hasta dar con alguno de los deliciosos restaurantes que se aglomeran en el centro.

Al caer la tarde, la visita obligada es el jardín principal, con la fachada iluminada de la Parroquia de San Miguel Arcángel como telón de fondo.

El rincón más romántico

La terraza Luna, del Hotel Rosewood, donde se puede disfrutar de una espectacular vista del centro histórico de la ciudad. Es un lugar ideal para contemplar al atardecer y degustar unas deliciosas tapas.

Un momento especial

Para los enamorados, La Puertecita Boutique Hotel ofrece su Paquete Amore: estancia de dos noches en habitación Junior Suite con jacuzzi y decorada con flores, una botella de vino espumoso, masajes y una cena especial en su Palapa Romántica que nunca olvidarán.

www.visitsanmiguel.travel

TAXCO

¿Por qué?

Uno de los murales barrocos más ostentosos del país está en las paredes de Santa Prisca, la Iglesia en el centro de este pueblito de calles empedradas e historias de mineros.

Cálido clima, hoteles boutique de lujo, pozole guerrerense, caminatas en senderos naturales, manantiales azules para nadar, tradiciones religiosas esparcidas en pequeños detalles por todo el pueblo; así, ¿quién no se vuelve a enamorar?

¿Qué hacer?

Subir de noche al mirador del Cristo, en la parte más alta del pueblo, y ver los templos iluminados. Perderse en el mercado del centro, un laberinto de pasillos y escaleras. Visitar los museos, al menos el de Arte Sacro Virreinal y el de Guillermo Spratling, además del mural de O'Gorman en el hotel Posada de la Misión. Comer, en algún restaurante de la Plaza Borda, enchiladas con salsa de jumil (un pequeño insecto) o Mole Rosa (hecho con mezcal). Y bueno, claramente, comprar plata en una de las tantas joyerías.

El rincón

más romántico

La terraza del Hotel Borda, que además de tener una espectacular vista al pueblo, fue testigo del amor de John y Jackie Kennedy, y de María Félix y Jorge Negrete.

Un momento especial

El Hotel Boutique Pueblo Lindo se...

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