Avivando el sabor de la tradición

AutorJulieta Rodríguez

Un horno de leña no se hacía de la noche a la mañana, pues era necesario mezclar tierra, paja y suficiente agua durante varios días, para que resultara un trabajo bien hecho.

Aquí se usaban los pies y las manos para revolver y aplastar los materiales que se utilizaban. El chiste era llenar con esta mezcla unos moldes triangulares que tenían una de las puntas levantadas, que después se dejaban secar y, con ellos, se formaba la bóveda del horno.

"La base era de adobe, que también se hacía por partes, pues se ponían como tres hileras de éstos y el centro era rellenado con lodo, que se aplastaba muy bien; se dejaba secar y se continuaba luego con otras hileras de adobe y el centro relleno de lodo. "Normalmente, las bases son de 1 metro 10 a 1 metro 20 de altura, indica Carlos Gómez, cronista de Bustamante.

Una vez listo el horno de leña, ya se podía usar para preparar la comida que diariamente alimentaría a toda la familia, claro, colocándole antes las puertas metálicas que permiten que el calor no salga del interior.

Los pedazos de leña que se utilizaban se dejaban prendidos hasta que se convirtieran en brasas, que luego eran barridas, dejándolas a un lado del horno, para así aprovechar el calor de las paredes de adobe y cocinar el pan, las tortillas, los frijoles, el arroz, el menudo, el asado, el cortadillo, el mole, el arroz...

"El menudo y la barbacoa las dejábamos cocinando toda la noche", explica Olivia Casso. En el día hacíamos el pan y, ya con lo último caliente del horno, cocinábamos la barbacoa, que para en la mañana ya estaba lista".

El cabrito y el borrego al horno son otras preparaciones que se cuecen a la perfección en un horno de leña.

"Lo importante de cocinar aquí es que queda muy jugosa la comida, porque las carnes se cuecen en su propio jugo. Además, quedan suaves y de mejor sabor, por el cocido en leña", explica una de las propietarias de la Panadería La Superior de Bustamante.

Les imprime mayor sabor Pero no sólo las carnes estofadas son preparadas en esta rústica herramienta de cocina, pues la carne asada, los chiles rellenos, las salsas, el té y las tortillas son otros alimentos que se cocinan, señala Dolores Casso.

En cada casa había un horno de leña, porque cada quien hacía su pan, pero luego entraron las estufas y fueron quedando en el olvido.

"De hecho, antes en Semana Santa preparaban en un horno de leña toda la comida de los 40 días que duran las festividades, pues nos cuenta mi mamá que esos días se dedicaban sólo...

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