Autonomía o partidización

AutorOdette Rivas

Desde la década de los setenta, el desconocimiento del sentido y la complejidad del derecho de acceso a la información pública, con todas sus vertientes y los indiscutibles beneficios que representa para los procesos de perfeccionamiento de las democracias, ha generado lo que hasta ahora parece ser una serie interminable de dudas, discusiones, situaciones inéditas y controversiales en nuestro país.

Coincidiendo con el ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, "aún cuando transparencia y democracia evidentemente no son sinónimas, transparencia evoca democracia y democracia evoca transparencia, aunque se trate de una democracia en proceso de construcción" (Transparencia y democracia, límites y excesos, LEX, Noveno aniversario, México, junio de 2004, pág. 4).

Particularmente en la Ciudad de México, el tema no sólo ha levantado ámpula, sino que coloca al órgano garante del acceso a la información en una posición nada deseable, pues lo sumerge en el mar del tan de moda "sospechosismo" y el complot, como resultado de una ley limitada, con graves problemas de técnica jurídica y legislativa, con la creación de un órgano cuyo diseño institucional ha sido concebido para que sea un ente "autónomo" nacido para perder, con muy escasas facultades y enormes limitantes, sin mencionar quizá uno de sus principales problemas, una integración más que heterogénea contradictoria, pues no sólo lo integran 15 representantes de los entes públicos a los que supuestamente el consejo debe vigilar, sino que únicamente tres de ellos, representan a los ciudadanos, en una notoria y absoluta desventaja.

En concordancia con lo expuesto por Ernesto Villanueva: "el objeto del derecho a la información debe estar constituido por mandato de ley por los datos e informes que suministren los órganos del Estado, en tanto obligación jurídica correlativa de brindar información" (Derecho mexicano de la información, México, Oxford, 2000, p. 43).

De suyo esta composición tan compleja, con una mayoría de los entes públicos, prácticamente ha arrastrado al órgano a la arena de la batalla política, indudablemente el lugar menos idóneo y más ajeno a la transparencia y al derecho de acceso a la información, precisamente es el encargado de sentar las bases de una nueva cultura sobre estos dos ejes temáticos.

La "ciudadanización" tan propalada no es la respuesta obligada para terminar con el problema de la integración del consejo, pues aun con ella, de no modificarse la forma de designación de los...

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