Pantalla Grande/ Austin Powers en Goldmember: Un divertido 'caos'

AutorJusto Elorduy

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Como es ya costumbre, Austin Powers en Goldmember es una parodia de las películas de espías de la década de los 60 del siglo pasado, principalmente las de James Bond (en sus épocas buenas, cuando los villanos eran malos de verdad), las dos de Flint (con James Coburn) y la teleserie inglesa Los Vengadores.

Ahora se supone que el Dr. Evil, elaborando un nuevo plan de conquista global, recluta a un villano holandés de la década de los 70 para secuestrar al padre de Austin (Mike Myers) y ese individuo es el nefasto Goldmember.

El galán seductor que es Powers comenzó con un mal paso en el primer filme de 1997 y vio un tremendo éxito en su segunda parte al reconocer Myers que, así como en la serie de películas del villano oriental Fu Man Chu, su villano el Dr. Evil (una copia de Blofeld, de los filmes del 007) estaba por encima del héroe.

Ahora, trata de darle un nuevo aire con el holandés-patinador-contorsionista Goldmember, pero no le llega para nada a la organización maléfica del mal ni a lo eternos pleitos entre Evil y Scott Evil o no digamos, la literalmente mínima presencia de Mini-Me.

El filme (que las malas lenguas dicen que duraba originalmente tres horas) tiene un tremendo comienzo para dar paso al meollo del asunto: Conocer al padre de Austin Powers encarnado por Michael Caine (en plena parodia de los papeles de sus películas "serias" de espías que él interpretó en los 60).

Nótese que el humor vulgar, clásico sello de Myers, sigue en el aire, pero como que de repente no hay esa energía que logró el creador de Austin Powers en la segunda parte y en algo la falla corresponde a Goldmember, que no es un personaje muy...

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