Se austa el teatro

AutorLorena Jiménez

Dramaturgos, productores y actores de teatro independiente se enfrentan a un nuevo reto para destacar en la escena local, pues ya no basta crear proyectos con mensajes sociales, ahora se trata de hacer productos vendibles.

Este tipo de teatro, denominado autónomo o independiente, se caracteriza por rechazar cualquier forma de censura anteponiendo lo cultural a lo comercial. Visión que la nueva y vieja guardia artística está adaptando desde hace por lo menos cinco años, a consecuencia de la competencia y el escaso presupuesto con el que cuentan.

"Cada vez habemos más artistas de teatro en Guadalajara, y si no se consigue apoyo a través de programas gubernamentales, lo mejor es hacer lo propio; es decir, con nuestro bolsillo. Ésto obliga a cambiar el enfoque de las creaciones independientes", platica Felipe Curiel, dramaturgo, productor y actor.

"Aún cuidamos las producciones con mensaje positivo, pero para que nuestro trabajo sea redituable y podamos recuperar lo que invertimos, en realidad estamos adaptándonos a crear un teatro pensado en las masas, en lo que realmente pagaría el público por ver".

El tapatío, de 26 años y escritor de la obra "Capitán Crayola Verde", añade que el artista de teatro independiente debe trabajar con mentalidad empresarial para lograr negociar los inmuebles donde se presentará la obra, e incluso su renta.

"Casi siempre recurrimos a lugares alternos donde caben de 30 a 60 personas, como el Foro Periplo; Rojo Café, que ahora está en Zapopan: Café Palíndromo y Casa Reforma, un lugar muy nuevo. Son sitios pequeños, por ello la obra debe estar muy bien pensada para jalar al público"...

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