Aún en la distancia

AutorYazmín Gallegos

Largas jornadas en el trabajo o viajes constantes reducen el tiempo que muchos padres de familia dedican a sus hijos y su esposa, por lo que muchas veces se sienten como extranjeros en su propio hogar.

El estrés no es sólo por la carga laboral, ya que además de esto los padres sufren porque pasan mucho tiempo fuera del hogar y no saben como resolver este problema.

A pesar de la ausencia física, es posible mantenerse cerca, asegura el psicólogo Guillermo Gutiérrez Lozano, conocer a sus hijos, saber lo que piensan y sienten y tomarlos en cuenta en sus decisiones .

"Por el bien de la familia, hay que perder el temor de implementar estrategias que no hicieron sus propios padres", recomienda.

Tener juntas familiares puede ser una posibilidad que puede sonar muy sencilla, pero para que está tenga éxito, es necesario tener no sólo la disponibilidad de organizar a los hijos, sino también la sensibilidad para saber abordarlos y escucharlos.

"Con estas reuniones se busca evitar que los miembros de la familia se encuentren en las noches, al terminar las jornadas estudiantiles o de trabajo, como grandes barcos en altamar, compara el especialista.

"Cruzan por el espacio familiar sin decirse nada, y si acaso se comunican, es como si chocaran: sólo discuten o se reprochan algo".

Cuando algunos chicos se quejan de que sus padres sólo les preguntan acerca de sus calificaciones, es porque no se sienten escuchados, explica Gutiérrez.

Lo irónico es que estos chicos lo único que suelen preguntar a su papá es: cómo te va en la oficina.

"Ninguno de los dos se atreve a preguntar cómo se sienten", amplía, "tal vez porque no tenemos la cultura para preguntar sobre los afectos".

Es un error suponer que en la primera junta todo tiene que funcionar muy bien, pues a veces los hijos están acostumbrados a que papá hable y ellos escuchan, y en ocasiones, ambos se quedan esperando.

Lo ideal es que las reuniones tengan su propio espacio y tiempo, es decir, que tanto los hijos como los padres no estén haciendo otra actividad como cenando o leyendo, aconseja el terapeuta.

"En el mejor de los casos es necesario el contacto visual, y que ensayen la escucha empática".

"¿Qué le querrá decir su hijo cuando dice que tiene demasiadas materias y que el semestre está muy difícil?", cuestiona Gutiérrez.

Seguramente que se siente impotente y que le produce angustia la carga académica.

En la medida en que se aprenda a ver más allá de los hechos, padres e hijos podrán acercarse más a los...

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