Aún asombra ese gran paso

AutorMariana Montes

Las palabras que Neil Armstrong dijo el 20 de julio de 1969 quedaron marcadas en la historia.

"Es un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad", expresó el comandante al convertirse en el primer hombre en pisar la superficie de la Luna hace 50 años.

Este hito representa un triunfo para la humanidad y no sólo para los estadounidenses que, en plena Guerra Fría, ganaron la carrera espacial a los soviéticos, coinciden especialistas en astronomía.

"Marca el punto en nuestra historia donde tuvimos suficiente avance tecnológico y social para hacer posible el comenzar a viajar al espacio y dejar de ser una especie permanentemente varada en su ambiente planetario original", señala el catedrático de la UDEM y doctor en astronomía, Pedro Valdés.

En los viajes espaciales también quedó en evidencia la determinación de miles de personas que trabajaron para llevar a los hombres al satélite natural y regresarlos a salvo, expresa Pablo Lonnie Pacheco, integrante de la Sociedad Astronómica del Planetario Alfa.

Es así como el proyecto Apolo 11 se convirtió en una hazaña que medio siglo después todavía asombra.

DÍA PARA RECORDAR

Con todo el trabajo y la preparación, el riesgo era tan alto ese 20 de julio que nadie podía asegurar que el ser humano pisaría la Luna.

Las conversaciones entre el equipo de Control de Misión y los tripulantes del Apolo 11 (Buzz Aldrin, piloto del Módulo Lunar; Michael Collins, piloto del Módulo de Comando, y Armstrong) revelan los detalles del cardiaco alunizaje.

En primer lugar, el área sobre la que bajaba el Eagle, nombre del Módulo Lunar, era más rocosa de lo que se esperaba, señala Charlie Duke, del equipo de Comunicaciones, en el documental Mission Control, the Unsung Heroes of Apollo.

"(La nave) debía estabilizarse, luego debía volar de forma horizontal para sortear este campo rocoso. Eso consumió mucho combustible extra", expresa en el mismo programa Chuck Deiterich, oficial de retrocohete.

El combustible llegó a un estado crítico. Incluso se llegó a decir que Armstrong pensaba que su posibilidad de poder descender era de 50-50. El astronauta pudo haber abortado la misión, pero logró el objetivo.

"Aquí Base de Tranquilidad, el Eagle ha alunizado", se escuchó en la sala de Control de Misión, en Houston, Texas.

Comprendido, Tranquilidad. Entendemos que tocaron suelo. Aquí hay un montón de tipos a punto de ponerse azules. Estamos respirando otra vez, muchas gracias".

REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

Para llegar a la...

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