Aullido histórico

AutorCésar Tovar

MONTERREY.- En un partido marcado por las imprecisiones, Tigres venció 1-0 al Atlante para mantenerse en la parte alta de la tabla y superar su récord histórico de imbatibilidad en casa, que ahora es de 23 duelos.

La marca impuesta por Carlos Miloc pasó al olvido en una noche en la que el equipo de Ricardo Ferretti regresó a la victoria tras 2 empates consecutivos.

Para ello, debió conjugarse la rabia de Lucas Lobos con un terrible error de Jorge Guagua para que los felinos salieran airosos de un choque en el que dominaron, pero en el que también carecieron de chispa y certeza.

Porque anoche, únicamente Lobos y Alan Pulido demostraron que en ellos el talento no sufre cambios de humor. Dúctiles y agitados, a través de ellos Tigres fue un equipo fresco y arriesgado.

No ocurrió así con Elías Hernández y Alberto Acosta, generosos en el desgaste físico, pero obnubilados a la hora de hacer jugar a sus compañeros. Les sobraron metros, les faltó eficiencia.

Con ambos en la cancha, Tigres careció de juego por las bandas; sin quien oxigenara los costados, la oncena local generaba un embudo del que, para no variar, Lobos le rescataba.

Fue el propio capitán quien, tras pelear la pelota sin cesar, presionó a Guagua, le robó el esférico y fusiló sin piedad a Armando Navarrete para el único gol del partido. Corría el minuto 13.

Previo al tanto, Hernández había desperdiciado un mano a mano con Navarrete al 4'; el pase de Lobos al extremo derecho fue un poema y la definición de éste su antítesis.

Tras el gol, Tigres mezcló momentos de buen futbol, de circulación correcta en lo corto y en lo largo, con lagunas en...

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