Duendemanía atrapa a regios

AutorFélix Barrón

Durante la noche, el duende mágico de Romina Castro, de 7 años, hace de las suyas.

"¡Travesuras, muchas travesuras!", expresa emocionada la pequeña. "Se comió mis galletas, se cambió de carrito en el súper, estaba en el sillón y se fue al piso; hasta jugó con los juguetes de mi hermano", agrega.

Santa Clos le mandó el duende a su casa a principios de diciembre para que la cuide y vigile que se porte bien. Pero en la noche, mientras todos duermen, se vuelve travieso.

Durante esta época, Santa mandó sus duendes ayudantes, también conocidos como "elfos mágicos", y su visita se ha vuelto un acontecimiento en muchas casas regias.

Los duendes ya son parte de la tradición familiar navideña en diversas ciudades de Estados Unidos y Europa. Ahora que han llegado a Monterrey en esta temporada, son un motivo más de unión entre padres e hijos, considera María del Carmen Moncada, mamá de Romina.

"Se convierte en algo propio de cada familia, y el ver esos ojitos en las mañanas brillando porque buscan a su duende es algo bonito que le quita lo rutinario a cada fría mañana previa a la Navidad y a las vacaciones", expresa la vecina de San Jerónimo.

"Los niños buscan ser mejores cada día para que sus duendes se queden en casa".

Ana Karina Aramoni, de 10 años, se emociona cuando su duende hace...

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