Aterrizó letras de Borges

AutorLourdes Zambrano

Roberto Alifano llegó un 15 de abril de 1974 a la casa de Jorge Luis Borges para entrevistarlo sobre sus declaraciones polémicas en contra de Juan Domingo Perón. Lo que no sabía es que al terminar esa cita, el escritor argentino ya lo había convertido en su asistente.

"Cuando yo me iba, me dice Borges: ¿le puedo dictar un poema? Y le dije: Como no. Y me dictó un poema que se llama El espejo. Me pidió que fuera al día siguiente en la mañana para hacerle algunas correcciones, cuenta Alifano, también escritor y periodista.

El amanuense de Borges dice que sólo quedan él y otra persona como testigos vivos de la vida del escritor y poeta que, en junio próximo, cumplirá 30 años de fallecido. Este año, Alifano publicará el primer tomo de sus experiencias al lado del escritor en Cuaderno Borges, en donde incluye esta anécdota.

Mientras tanto, relata que él combinaba su trabajo como colaborador de una revista con el de asistente de Borges.

"Borges no me podía pagar. Era un hombre pobre. Los escritores no ganan mucho dinero, señala.

"En los últimos cinco años empieza a ganar algo dinero. Los editores no son muy generosos. Borges tenía dos jubilaciones, una como director de la Biblioteca Nacional y otra por el Premio Municipal de Literatura. Eso era lo que le permitía vivir. Nunca fue un escritor rico.

Alifano ríe cuando se le pregunta cómo fue eso posible, si Mario Vargas Llosa, por ejemplo, incluso fue ligado a una empresa offshore.

"Vargas Llosa es un hombre mediático, es una especie de rockstar, famosísimo. Ha ganado el Premio Nobel, que eso significa un millón de dólares, dice. "Además, ganó el Premio...

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