Atenco: una batalla de 13 años

AutorAndro Aguilar

En San Salvador Atenco, hay dos cosas que no han cambiado desde 2002, cuando el poblado adquirió relevancia nacional tras echar abajo el decreto de Vicente Fox para expropiar sus tierras, publicado un año antes: la intención del gobierno federal, ahora priista, de construir un aeropuerto en la región de Texcoco, y la negativa de algunos campesinos a dejar sus tierras.

También persisten las secuelas del operativo policiaco del 3 y 4 de mayo de 2006 que dejaron en la comunidad un muerto, decenas de heridos, 27 mujeres abusadas sexualmente y sentencias carcelarias de hasta 112 años para 12 ejidatarios, anuladas en 2010 por la SCJN debido a que se obtuvieron con base en pruebas ilegales.

El poblado, sin embargo, ya no es el mismo. La plaza principal ya no luce llena durante las convocatorias del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT). El mural "Alerta, mi general Emiliano Zapata, en la lucha de Atenco", emblema de la victoria campesina, fue borrado del auditorio municipal por un grupo de personas afines al PRI en diciembre pasado.

A 13 años del intento federal de expropiar ese territorio, la búsqueda de la venta de las tierras comunales se opera desde dentro, por el comisario ejidal afín al PRI, Andrés Ruiz Méndez.

Y la comunidad, con las heridas aún sin terminar de cicatrizar, ya no se muestra tan cohesionada en torno al rechazo del cambio de uso de suelo que permitiría la venta de las tierras.

El domingo 1 de junio, en un evento calificado como ilegal por los campesinos que están en contra de la venta del territorio, se concretó la asamblea ejidal que implantó sobre las propiedades comunales el "dominio pleno", una figura creada durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari que permitiría a los ejidatarios vender.

La asamblea fue realizada en un salón de fiestas privado, en la que se permitió votar a personas que no son ejidatarios.

Un centenar de personas afines al PRI y policías vestidos de civil formaron una valla para impedir el paso. Estaban uniformados con una playera blanca en la que se leían las palabras: "paz y progreso".

Los ejidatarios contrarios a la medida señalan que nunca se informó quiénes pidieron el cambio de uso de suelo que derivó en la asamblea, como pide la ley agraria, además de que no hubo una consulta previa ni se informó claramente sobre las consecuencias de la modificación, que afecta entre otras propiedades comunales a los caminos y zanjas, una extensión del lago de Xalapango, pozos de regadío, cerros...

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